El Nápoles no pasó del 0-0 contra el Fiorentina y no aprovechó su ocasión para ponerse al mando de la liga italiana, lo que dejó al Inter de Milán como líder después de empatar en el campo del Juventus.
El domingo futbolístico italiano sonrió al Inter, ya que ni el Nápoles ni el Roma, que también igualó 0-0 contra el Chievo Verona, supieron aprovechar sus respectivas oportunidades para subir la presión sobre los milaneses.
La decimosexta jornada de la Serie A vio además la decimoquinta derrota del año del colista Benevento y el segundo gol del curso para el uruguayo Martín Cáceres, en el 2-2 entre su Hellas Verona y el Spal de Ferrara.
Sin Lorenzo Insigne, baja por un problema muscular en un abductor, el Nápoles salió con el volante polaco Piotr Zielinski adaptado en el extremo izquierdo, pero le costó encontrar su habitual ritmo de juego ante un Fiorentina bien organizado.
El conjunto toscano se defendió con orden y creó peligros en zona ofensiva sobre todo con el argentino Giovanni Simeone, que lo intentó en los primeros 45 minutos con un derechazo y un cabezazo que el portero español, Pepe Reina, logró detener.
En la reanudación, el Nápoles presionó con más agresividad y rozó el gol de la ventaja con Zielinski, con un disparo al poste, y con el eslovaco Marek Hamsik, cuyo derechazo acarició la parte exterior de la red.
En el tramo final, el técnico del Nápoles, Maurizio Sarri, dio paso también al extremo argelino Adam Ounas, pero la defensa del Fiorentina, liderada por el argentino Germán Pezzella, aguantó la presión con solidez.
Así, los napolitanos se quedaron en la segunda posición, con 39 puntos, uno menos que el líder Inter y uno más que el Juventus, tercer clasificado.
Por su parte, el Fiorentina salió del San Paolo con un empate que le permite confirmarse en la séptima plaza, con 21 unidades.
El Roma no pasó del empate en el campo del Chievo Verona y perdió una buena ocasión para acercarse a la primera posición. Los de Di Francesco saltaron al campo del estadio Bentegodi con la posibilidad de colocarse a tres puntos del liderato, con un partido todavía por recuperar, pero no consiguió romper la defensa de un Chievo que fue liderado por una gran prestación de su portero, Stefano Sorrentino. Tras sellar el pase a los octavos de final de la Liga de Campeones el pasado martes, el Roma terminó su segundo partido liguero fuera de casa sin victorias y se quedó cuarto, a cinco puntos del liderato.
