Era muy difícil el compromiso de los vigueses, ya que se enfrentaban al líder de la liga y que estaba haciendo sus mejores partidos fuera de Lugo. Con todo los locales les hicieron frente, sobre todo en el primer set, pero no fueron capaces de mantener el mismo ritmo del comienzo del partido en el resto de los sets.

El primer set, el mejor jugado por ambos equipos, comenzó y continuó con empates consecutivos. Ninguno de los dos contrincantes era capaz de despegarse de su rival. Los empates se sucedían y solamente los visitantes se fueron de tres puntos (14-17) en la recta final del set. Con muy buenos bloqueos de los locales se consiguió empatar el set a 20 puntos y de esta forma finalizarlo con ese apretado 25-23.

Se las veían muy felices los locales con un buen nivel de juego y con gran ritmo en todas sus acciones, lo que podría significar que el segundo set pudiese también caer en el casillero local. Pero no fue así ya que los visitantes empezaron a superar a los locales que no eran capaces de repetir, ni remotamente, el juego del set anterior. Las diferencias eran cada vez mas grandes. Los fallos locales eran garrafales, lo que suponía ir entregando el set a sus rivales.

El tercer set parecía que iba a llevar el mismo camino que el set anterior. Los locales comenzaban a cometer muchos errores lo que significaba que sus rivales iban anotando sin cometer fallos. Llegaron a ponerse siete puntos arriba (6-13.) En ese momento comenzó una reacción local que. Ayudados por los aficionados, consiguieron empatar a 21 puntos. En ese momento y cuando mejor estaban jugando comenzaron a cometer cuatro errores muy claros lo que significó entregar el set al rival.

Con 1-2 en contra los vigueses se vinieron debajo de manera total y no fueron capaces de hacerles frente en ningún momento del cuatro set. Las grandes diferencias en el marcador hicieron que los visitantes estuviesen mas relajados y enviasen la presión al conjunto local, que no supo asimilarla y dejó que sus errores les diesen la victoria al conjunto lucense.

El próximo fin de semana se cierra el año en Valladolid esperando que en ese desplazamiento los jóvenes puedan traerse algo positivo