Un gol de penalti de Carmen Martín a un segundo para la conclusión permitió a España sumar un valioso empate (25-25) ante Francia, que abre un esperanzador panorama a las "guerreras" en los octavos de final, si las de Carlos Viver consiguen refrendar hoy el punto logrado ante Francia con una victoria sobre Eslovenia.

Igualada que más allá del valor numérico, importantísimo en la clasificación, tiene un valor catártico para el equipo español, que ayer, por fin, pudo acabar con el maleficio que parecía perseguirle ante la selección francesa, su verdugo en las tres últimas grandes competiciones.

Pero si en el Mundial de Dinamarca, en los Juegos de Río y en el Europeo de Suecia, la fortuna siempre sonrió al conjunto francés, que se impuso de manera agónica en los tres duelos por tan sólo un gol, en esta ocasión la felicidad fue para un equipo español, que celebró como nunca un empate.

Y no fue para menos, ya que los cuatro goles de ventaja (13-17) con los que Francia transitaba en el marcador apenas transcurridos trece minutos de la segunda mitad, parecían condenar de nuevo a España a la derrota. Pero España no se rindió y fue capaz de igualar a falta de cinco minutos para la conclusión y llegar hasta ese agónico final con posibilidades, que Martín materializó al lograr el empate de penalti.