"Tenemos que aprender a convivir todos", reflexiona Mayte Méndez, entrenadora del CB Arxil y directora del CEIP do Carballal de Marín. "Puede ser un ruido molesto, pero igual que un vecino con la música alta. El volumen de la música se puede regular, el bote de un balón no. Es una pasada que exista una normativa sancionadora si no hay otra preventiva antes y no se comunica. Habrá que hacer la medida reguladora y después ponerla en práctica con un mínimo de cadencia para poder sancionar. Una multa de 12.000 euros para un centro es una lacra".