Novena victoria en nueve encuentros pero no una más. El Celta Zorka superó su primera situación de extrema dificultad ante el Barça. Llegó a ir perdiendo de trece puntos (46-33) en el Juan Carlos Navarro y acabó imponiéndose 68-71. El equipo supo responder a las exigencias del rival y a las desgracias propias, como la lesión de Raquel Carrera. La entrenadora celeste, Cristina Cantero, celebra: "La clave estuvo en creer".

El Celta Zorka había ganado los ocho partidos anteriores con una diferencia media de 19,2 puntos. Sólo se había visto apurado en las cancha de Joventut (57-65) e Ibaizabal (65-70), aunque casi siempre al mando en esos partidos. Ante el Barça, por contra, siempre se movió a remolque. "El partido estuvo más perdido que ganado", admite Cantero. "Nunca fuimos capaces de imponer nuestro juego y nuestro ritmo. No nos dejaron ellas y nosotras no estuvimos bien. Nos faltó paciencia. Hicimos muchos tiros bien ejecutados pero no los metíamos. El aro nos escupió muchos. Eso nos empezó a generar estrés. Irnos de solo cuatro abajo al descanso estuvo bien, pero se nos escaparon de trece cuando se lesionó Raquel. El equipo se cayó anímicamente", relata. "Fue entonces cuando tiramos de orgullo y carácter".

La baja de Carrera, que solo pudo disputar 26 minutos, no fue el único contratiempo. Minata Keita, la otra pívot, había sufrido molestias durante la semana. Las jóvenes habían estado de exámenes en su actividad escolar o universitaria, lo que siempre perturba el trabajo colectivo. Anne Senosiain, la base celeste, que suele dominar a su antojo el velocímetro del juego, estuvo esta vez espesa o bien defendida. Varios factores que en otros ejercicios habrían pesado en exceso.

Este Celta es diferente, con extranjeras bien aclimatadas, una adecuada mezcla de energía y experiencia y una excelente química en el vestuario. La polivalente Itziar Germán, la única treintañera (31), "se echó el equipo a la espalda", describe Cantero; Minata, "aunque tocada, sumaba", jugando 34 minutos; Ogoke, "sin brillar en ataque, hizo muchas cosas bien en defensa"; "Laura (Alonso) y Paula (Fernández-Ahúja) sumaron un montón"; Patri (Vicente) salió y metió un triple"... A la entrenadora le ilusionó un detalle que se le antoja significativo. "Ainhoa (Lacorzana, de 17 años), que ante el Ibaizabal había anotado uno de seis tiros libres, asumió la patata caliente e hizo cuatro de cuatro el otro día", un dato estadístico que Cantero se toma como un mensaje muy concreto de su base: "Yo estoy aquí para lo que necesites".

"De todas las situaciones aprendes", celebra la estratega céltica. "Estamos con ese punto de que todo el mundo suma y es lo que hace muy fuerte al grupo".

La versatilidad completa esa fortaleza mental. El Celta Zorka tiene los mejores promedios en ataque (73,5 puntos por partido) y defensa (56,1). Le ganó al Hijolusa con un tanteador bajo (61-50) y ante el Antuña superó los cien puntos (102-71). "El equipo debería ir siempre a pocos puntos. Lo que prima es la defensa. Pero hay días que no estás. Y acabas metiendo también. Puedes jugar rápido y con las grandes, o con la línea exterior. Depende de los puntos débiles del contrario o de quién esté caliente. El rival no sabe qué punto fuerte taparte. Y tengo gente inteligente como Itziar, que te pone la bola donde más daño puede hacer".

Nadie parece capaz de frenar la galopada celeste hacia el play off de ascenso. Se clasifican los cuatro primeros. El quinto ya está en un registro de 6-3. Pero Cantero llama a la cautela: "Yo lo tengo clarísimo. Te despistas un poco y están ahí. Pinchas, tienes más lesiones, el equipo se descompone un poco, pierdes confianza? Y la plantilla es muy joven. Necesitamos mucha tranquilidad, seguir trabajando y disfrutando del camino, que es lo que estamos haciendo. Veo muy lejano el play off".