El presidente de EEUU, Donald Trump, llamó ayer "estúpido ingrato" al padre de uno de los tres baloncestistas universitarios estadounidenses liberados este mes en China tras haber sido detenidos por hurto. Trump ya había criticado antes al padre del joven LiAngelo Ball, LaVar Ball, quien el pasado viernes restó importancia al papel del mandatario en la liberación de los deportistas.

Sin embargo, ayer Trump fue más allá y en una serie de tuits insultó a LaVar Ball, de quien dijo que es una versión "pobre" del veterano promotor de boxeo Don King "pero sin pelo" y al que llamó "estúpido ingrato". Don King se caracterizó en sus años dorados por los aparatosos espectáculos que organizaba para promocionar sus peleas, muchas de ellas protagonizadas por los mejores boxeadores de la historia -varios lo demandaron por impago en alguna ocasión- y alguna tan legendaria como la que disputaron Muhammad Ali y George Foreman en Kinshasa. LaVar Ball, por su parte, es padre de otros dos jugadores, LaMelo y Lonzo, este último base titular de los Lakers tras haber sido elegido en el número dos del draft de este año. LaVar se ha hecho famoso por sus explosivas y polémicas declaraciones en defensa y promoción de sus hijos.

Ni la Casa Blanca ni el Departamento de Estado "libraron a su hijo de una larga sentencia a prisión, FUI YO (sic)", subrayó Trump. El delito de hurto "es realmente un gran problema, especialmente en China", agregó el mandatario al advertir a LaVar Ball de que podría haber estado "los próximos 5 a 10 años" pasando Acción de Gracias con su hijo preso en el país asiático.

Trump reclamó la semana pasada el mérito por la liberación de los tres jugadores que habían sido detenidos en China por hurto, al asegurar que gracias a él evitaron "10 años de cárcel" en ese país.

Los tres jugadores de los Bruins, el equipo de baloncesto de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), llegaron el día 14 a esa ciudad, casi una semana después de haber sido detenidos y acusados de robar gafas de sol de diseño en una tienda de la ciudad de Hangzhou.

Trump, que regresó la semana pasada de una gira de trece días por Asia, visitó Pekín poco después de que los jóvenes estadounidenses fueran detenidos y habló del tema con el presidente chino, Xi Jinping.

Antes de los insultos de ayer, la respuesta de Trump al hecho de que LaVar Ball quitara importancia a su mediación fue sugerir que debería haber dejado en prisión a los tres jugadores.