El Mecalia Guardés despide el año en Castellón donde hoy disputa el último partido del año ya que la Liga Iberdrola afronta el parón de dos meses debido al Mundial que se disputa en el mes de enero.
Tras la victoria ante el Gran Hotel Bilbao Prosetecnisa Zuazo, el Guardés completó una semana de trabajo enfocada en la puesta a punto para el partido de hoy en el que tratarán de no relajarse para marcharse de vacaciones con una buena sensación y sin perder de vista al Rocasa que ha ganado los diez partidos que se han disputado hasta el momento.
Mientras las de Prades se asientan en la zona alta de la tabla, el Castellón tan solo cuenta en su casillero con dos puntos cosechados ante el Base Villaverde (26-32) y ocupa, por encima de las madrileñas, la zona de descenso. Las ocho derrotas no inspiran confianza al técnico del Guardés, quien apunta que las valencianas han tenido "un calendario muy complicado". Además, el Bm. Castellón se encuentra protagonizando su debut en la máxima competición del balonmano femenino español tras lograr el ascenso este mismo año. Para el reto de conservar la categoría. El Bm. Castellón ha mantenido al grueso del bloque de la pasada temporada; aún así, la joven plantilla valenciana -tan solo tres jugadoras superan los 25 años-, dijo adiós a seis de sus componentes, entre ellas la primera línea Rebeca Castell que puso dirección hacia A Guarda. La castellonense de 23 años confiesa que "a nivel personal" va a ser un partido "muy duro". Desde los once años estuvo compartiendo vestuario con las jugadoras que tendrá como rivales: "Están mis mejores amigas". En el plano más deportivo, Castell describe al Castellón como un equipo "muy luchador" y que "nunca da nada por perdido".