Cumplido el primer tercio del campeonato, la clasificación tiene a los boucenses peleando por la cuarta plaza, y a los de O Vao en puestos de descenso, en una competición en donde las diferencias son mínimas. Por ejemplo, desde el penúltimo clasificado, la Gimnástica Segoviana, hasta la mitad de la clasificación, solo hay tres puntos. Por arriba, Fuenlabrada y Deportivo parecen haber tomado carrerilla, pero el resto se mueve en una horquilla de cinco o seis puntos.

Es por ello que el derbi de mañana, 12 horas en el campo de O Vao, es más igualado de lo que pueda decir la clasificación, tal y como sucedió la semana pasada en el campo de Barreiro. El Coruxo afronta el partido con sensaciones contrastadas. Por un lado, el partido del pasado fin de semana en Barreiro le valió a los de O Vao para recuperar la estima. Fue un empate que, como se suele decir, hay que hacerlo bueno con los tres puntos ante el Rápido, pero en Barreiro desarrollaron un fútbol de presión, sacrificio y solidaridad que no se había visto en los partidos disputados hasta ahora.

Un partido que sirvió para recuperar la confianza en un futuro más placentero y menos comprometido. Una situación diferente a la de las últimas temporadas, en las que el Coruxo finalizaba el primer tercio, y hasta la mitad de la competición, en la zona alta del grupo, peleando por puestos de play off, y al final el paso de las jornadas les pasaba factura, llegando a pasar por malos momentos en Liga.

Los jugadores del Coruxo deben verse reflejados en el partido del domingo en Barreiro para medirse al Rápido. Sáez tendrá que reformar mínimamente el equipo que jugó el domingo ante el Celta B tras la ausencia de Antón de Vicente, que deberá ver el partido desde la grada al cumplir el ciclo de amarillas y ser castigado con un partido de sanción. Lo habitual es que Borja Yebra ocupe su puesto por delante de la defensa, aunque todo podría depender del sistema de juego por el que opte el técnico de O Vao.

Sáez podría optar por repetir el sistema empleado hace siete días, con una defensa en la que Pablo García y Rafa Mella jugaran en los laterales con Mario y Pazó en el centro de la defensa. Si opta por volver al clásico 4-2-3-1, Fernando y Yebra jugarían por delante de la defensa con Juampa e Higón subiendo por las bandas. La opción podría ser la de Mateo en el centro del campo y jugar con un "nueve" nato, o dejar a Álex Arias en el centro del campo y a Mateo en punta. No cabe duda de que Sáez maneja varias opciones.

El Rápido vive un momento dulce en lo que a resultados se refiere. A comienzo de temporada, Borja Jiménez apuntaba que el Baltasar Pujales tenía que ser el escenario que marcara las diferencias en el campeonato, pero lo cierto es que parece que los de Bouzas también se encuentran cómodos lejos de su campo, y los once puntos logrados así lo demuestran.

Uno de los aspectos más relevantes de este Rápido de Bouzas es el compromiso de los jugadores. La tensión de los jugadores es máxima desde el minuto uno hasta el añadido, y eso es algo muy importante en el fútbol de hoy en día. Ese compromiso también permite que las rotaciones aporten muchas cosas, aprovechando los momentos de relajación de los rivales en la recta final de los partidos para dar el último zarpazo.

La duda será si Borja tomará tantas precauciones defensivas, al comienzo del partido, como lo hizo la semana pasada ante el Majadahonda. Adrián y Cotilla parecen fijos en los laterales, con Colo y Trigueros en el centro de la zaga. Por delante de la defensa, Yago Pérez será el encargado de organizar el juego de ataque, y en caso de estar disponible, con Sielva a su lado. De lo que tampoco cabe duda, es que Carlitos dirigirá el juego de ataque, con Pedro García a un lado y Caba en el otro. Anderson se ha ganado el derecho a ser el hombre más adelantado.

Otra lucha importante será bajo los palos, ya que Alberto Domínguez y Brais están haciendo una gran temporada.