Con las dudas recientes del Atlético y el Real Madrid, una distancia para ambos de ocho puntos con el Barcelona y la necesidad reivindicativa de Griezmann, Ronaldo o Benzema irrumpeun derbi a presión, el primero en el Wanda Metropolitano, sin margen de error. Ninguno de esos factores permite un fallo más ni al Atlético ni al Real Madrid, de nuevo reencontrados en esa sucesión de revanchas y partidos transcendentales de los últimos años, ya 24 en la era Simeone, la que ha reequilibrado el derbi, con diez triunfos blancos, ocho rojiblancos y seis empates.

Con los dos en una situación ya casi límite en su persecución del Barcelona, es un derbi clave, mucho más de lo que se podía presuponer a estas alturas del torneo, la duodécima jornada, porque, mientras el club azulgrana apenas ha cedido dos puntos, el Atlético, aún invicto en el campeonato, ha empatado cinco de sus once partidos y al Real Madrid ya se le han ido diez de los 33 puntos disputados.

No es el mejor momento de ambos colectivamente: dos triunfos en sus últimos nueve duelos oficiales, los dos de visitante, en el caso del Atlético, y dos derrotas en sus tres choques más recientes de competición en el del Real Madrid.

Pero tampoco individualmente, porque ambos aguardan el mejor nivel de jugadores determinantes.Lo hace el conjunto rojiblanco con Antoine Griezmann, atascado en su peor racha goleadora con el Atlético, y el club blanco con su compatriota Karim Benzema y Cristiano Ronaldo. Los tres asumen el foco de los goles en el primer derbi en el estadio Wanda Metropolitano, que estará lleno para la cita y para animar a un Atlético.

El parón de La Liga ha servido al cuadro colchonero para recuperar a Koke Resurrección, Yannick Carrassco y Filipe Luis y ha dejado sin un solo nombre su lista de lesionados. Koke volverá directo al once, ya ultimado por Diego Simeone, que propone variaciones tácticas: el francés Antoine Griezmann como único delantero y Thomas Partey como media punta, en una especie de rombo polivalente en el medio para el ataque que completan Gabi Fernández y Saúl Ñíguez. Ángel Correa jugará hacia la banda derecha.

En la defensa repetirá Lucas Hernández. Juanfran Torres jugará por la derecha, Stefan Savic y Diego Godín ocuparán el centro de la zaga y Jan Oblak cubrirá la portería en el derbi de este sábado.

Enfrente, el Real Madrid llega con la presión de verse obligado a ganar. La intenta esquivar públicamente Zinedine Zidane, pero le basta con mirar la clasificación para ver que los ocho puntos de distancia con el Barcelona, once si vence en Leganés el equipo de Ernesto Valverde antes del inicio del derbi, es una distancia que ningún equipo logró remontar en la historia de la Liga. Sería un reto mayor.

La baja de Gareth Bale, por una nueva lesión muscular, permite a Zidane aumentar un miembro el centro del campo y dar el mando a Isco Alarcón en un momento de liderazgo indiscutible.

Por la magia del andaluz pasan las esperanzas del madridismo, que aguarda a la resurrección goleadora de Ronaldo y Benzema.

El 1-4-4-2 de Zidane, con rombo en el centro del campo y libertad para Isco, es la apuesta para superar la estrategia de Simeone en un nuevo duelo táctico. En portería llega el primer derbi para Kiko Casilla, con toda la presión del mundo sobre su figura. Sin Keylor Navas, lesionado, y con el interés por Kepa, del Athletic, de trasfondo.

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