Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. El Pontevedra sigue sin acumular la suerte necesaria para sumar de tres en tres y ayer se topó una y otra vez con el meta visitante, Isma Gil, quien impidió una goleada local que empezó ya con un tanto granate a los cuatro minutos. Edu apenas tuvo trabajo y el gol visitante llega en un saque de esquina directo.

El partido no se le pudo poner más de cara al Pontevedra, que en el minuto cuatro ya se puso por delante en el marcador, tras una jugada desgraciada para los visitantes con un gol en propia puerta.

La contienda estuvo a punto de igualarse poco después y casi de la misma forma. El Pontevedra demostraba cierto nerviosismo atrás en el comienzo y poco a poco fue ganando en precisión con el balón. Hasta cuatro oportunidades claras tuvieron los de Luisito para irse con mayor ventaja.

El Pontevedra salió en la segunda parte mejor que en los últimos partidos, pero la dinámica ahora es otra, y con muy poco encaja aunque no lo merezca. Segundo empate consecutivo en casa y cuarta jornada seguida sin ganar para un Pontevedra que estuvo mejor en los primeros 45 minutos pero que mantuvo el partido controlado en todo momento.