Suiza se clasificó para el Mundial de Rusia después de empatar 0-0 en Basilea ante Irlanda del Norte, que no pudo remontar el 0-1 del partido de ida tras chocar de nuevo contra el lateral de origen gallego Ricardo Rodríguez, héroe del cuadro helvético tras salvar un gol cantado en el tiempo añadido.

El lateral izquierdo del Milan (su padre es de la localidad pontevedresa de Crecente) fue el verdadero protagonista de los dos partidos. Si en el primero marcó el gol de la victoria de Suiza, en el segundo y decisivo salvó bajo los palos un remate de Jonny Evans que podría haber mandado la eliminatoria a la prórroga.

Irlanda del Norte tenía un reto de proporciones inmensas después de perder el duelo de ida. Necesitaba "el milagro de Basilea" para llegar a un torneo en el que no participa desde México 1986.

Los hombres dirigidos por Michael O'Neill han conseguido ser muy competitivos en los últimos cuatro años. Su presencia en la Eurocopa de Francia y su clasificación para la repesca son dos hechos que no pueden pasar inadvertidos. Y en Basilea tenían una oportunidad de continuar con una bonita historia.

Pero, sin duda, Suiza es una selección más potente. Tiene jugadores con más nombre y experiencia y lo demostraron desde el principio. Salvo un disparo tremendo desde muy lejos en el tercer minuto de Chris Bunt que salvó el portero Yann Sommer, Irlanda del Norte estuvo a merced del conjunto helvético durante casi todo el choque.

Suiza no especuló con el resultado y salió a por el partido casi desde el pitido inicial. Con un fútbol eléctrico y directo, en el que Xherdan Shaqiri y Haris Seferovic comandaron casi todas las acciones de ataque, el equipo de Vladimir Petkovic tuvo múltiples oportunidades para marcharse al descanso por delante en el marcador.

Suiza supo aguantar el empuje de su rival y volvió a su ser para desperdiciar tres ocasiones seguidas, una de un desafortunado Seferovic y dos de Embolo. Jugó con fuego y, en el último espasmo de Irlanda del Norte, en el tiempo añadido, pudo marcar con un remate de Jonny Evans que salvó bajo los palos Ricardo Rodríguez. El galego es el nuevo héroe del fútbol suizo.