El Alondras recibía al Compostela, segundo, con la oportunidad de lograr un buen resultado contra un equipo llamado a estar entre los cuatro primeros. El Alondras arañó un punto en la recta final, considerándose justo el resultado.

La contienda comenzaba con un Alondras más agresivo, pero que carecía de claridad en los metros finales. Los cangueses echarían en falta alguna referencia más fija en ataque, con un Compostela bien ordenado en defensa.

No se veían ocasiones de gol por parte de los dos conjuntos y ante ese hecho, el balón parado era el único recurso. De esa manera llegaba el tanto compostelanista. Mon, desde la frontal, ejecutaba una falta directa que se colaba en la portería defendida por Hortal, no del todo acertado.

En la segunda parte fueron numerosas interrupciones. Ya entrando en los últimos diez minutos, los alondristas trenzaron la mejor jugada del partido, culminando Mauro una jugada donde participaron casi todos los hombres de ataque. Intentó aprovechar esa inercia tras el gol el Alondras, pero sin fortuna.