El Arosa prolonga su estado de optimismo tras una victoria ante el Cultural Areas que se fraguó en la segunda parte. La entrada en el campo de Javi Pazos resultó providencial para desatascar los caminos al gol y encadenar así la séptima jornada sin perder.

Asumió desde bien pronto el equipo local el rol de dominador a base de la posesión de la pelota. La elaboración fue la apuesta inicial ante un rival que esperaba en la línea de medio campo como guardia pretoriana dispuesta a salir en estampida a la mínima imprecisión del rival.

Pero como esto de los errores va por barrios, fue precisamente una recuperación de Julio Rey en la salida de los ponteareanos la acción que dio lugar a la mejor oportunidad de la primera parte. Iago Beceiro la tuvo en sus botas, pero quiso regatear al portero en lugar de chutar y la decisión resultó errónea.

No se quedaron ahí las aproximaciones del Arosa. En la fase de mejor juego, el propio Beceiro sirvió un excelente pase a Sylla, cuyo remate raso se fue demasiado cruzado. Y cuando más cómodos parecían encontrarse los arlequinados todo se truncó de manera abrupta con un penalti de Yerai Couñago tan incomprensible como indiscutible. La fortuna para los vilagarcianos fue que Yelco lo lanzó tan inocentemente que a Lloves le facilitó su parada, que luego completó abortando también el rechace.

En el arranque de la segunda parte se pudo ver a un Areas mucho más cómodo. Yelco le seguía buscando las cosquillas a Yerai Couñago y Otero decidió que era el momento de poner los ases boca arriba con la entrada de Javi Pazos en lugar de un desapercibido Seva como punta de lanza.

La pelea de Manu Justo por un balón que parecía perdido se convirtió en un centro perfecto a la cabeza de Sylla para que rematase lo que sería el 1-0.

Lejos de arrugarse, los del portugués Carlos Machado trataron de llegar al área local. El partido se había abierto de manera ostensible. Anxo fue el encargado de servir el pase de gol a Javi Pazos que mantiene su idilio con el gol gracias a un doble remate ante un Sergio que poco pudo hacer. Con el 2-0 el partido, lejos de apaciguarse, se revolucionó en un ida y vuelta cargado de imprecisiones. Parecía que en el momento que el Arosa fuese capaz de acertar en el último pase llegarían más goles ante un rival al que se le veía muy tocado anímicamente. Y así fue. El 3-0 llegó cuando Javi Pazos batió sin complicaciones a Sergio en su media salida. A partir de ahí, monólogo del Arosa, que tuvo oportunidad de ampliar su cuenta.