Siguiendo los pasos de los celestes David Costas y Samu Araujo en este último mercado, el FC Barcelona aspira a que el delantero Borja Iglesias recale en las filas del filial culé. Tras un intenso verano de propuestas sobre la mesa, el goleador de decantó por el proyecto del Real Zaragoza, donde esta temporada milita en calidad de cedido por el Celta. Sin embargo, desde el club azulgrana no quitan ojo a su progresión. Razones no le faltan. En los once partidos que llevamos de Liga, el '9' ha marcado siete dianas (8 con su gol en Copa del Rey), convirtiéndose en el segundo máximo goleador de la categoría de plata erigiéndose ya en uno de los delanteros más codiciados por los conjuntos de la Segunda División.

Borja Iglesias está cedido por el Celta después de que no contase con él para esta temporada y deberá regresar al club gallego una vez concluya su campaña en La Romareda. Su contrato expira el 30 de junio de 2019 y a sus 24 años (cumple 25 en enero) el ariete acaba de entrar en una etapa de madurez que sumado a una buena campaña en el Zaragoza podría disparar su cotización. Su último año con el conjunto celeste ya evidenció su potencial marcando 34 goles en Segunda B con el filial celeste.

Aquí entran en juego tanto Celta como Barcelona. Los de Balaídos para explotar el rendimiento del jugador formado en los campos de A Madroa o como escaparate para otros equipos mientras los culés podrían ahora sí hacer una oferta en firme a los celestes por el gallego. La relación 'comercial' entre ambos equipos en los últimos años es evidente. A las cesiones de los defensas David Costas y Samuel Araujo este verano al Barça B, se suman también los casos de Rafinha con el Barcelona y el traspaso de Planas y Sergi Gómez al Celta en 2014 y el de Andreu Fontás al conjunto celeste en 2013. El míster Luis Enrique, quien visitó las instalaciones de A Madroa esta semana, también dirigió ambos banquillos en los último años.