El Celta Zorka pasará la próxima semana, por primera vez en su trayectoria en Liga Femenina 2, en lo más alto de la clasificación. Un liderato ganado a pulso y ante cuatro complicados rivales, pero esto no ha hecho más que comenzar y todavía queda un largo recorrido.

El choque de ayer ante el Aros, eterno rival, era un partido importante y en el que las viguesas se querían "probar" ante otro de los candidatos a disputar la fase de ascenso. A pesar de la victoria, el partido del equipo entrenado por Cristina Cantero no fue brillante. Tuvo fases en las que encandilaron, como el comienzo del partido y la salida tras el paso por el vestuario, pero también momentos en los que desaparecieron del campo, permitiendo que el rival hiciera un parcial de 0-15 que lo metió de nuevo en el partido para llegar al descanso con dos puntos de ventaja sobre las leonesas. Fue un partido marcado por varios hechos. El primero de ellos el de jugar con varias jugadoras "tocadas", como Ogoke o Vicente. Ogoke jugó diecisiete minutos y anotó dos puntos, echándose de menos esa velocidad explosiva que tiene la nigeriana.

Y aún así, el Celta Zorka mandó en el marcador desde el primer minuto de juego, con la salvedad del empate a 32 puntos que se dio en el último minuto del segundo cuarto. Aros tuvo que recurrir a una defensa en zona para salvar los muebles, logrando que las viguesas se estrellaran ante esa variante defensiva que, sin tener demasiada presión, afloró cierta debilidad mental de las viguesas a la hora de encontrarse en una situación complicada como esta.

Otro de los problemas con el que se encontró la entrenadora viguesa, Cristina Cantero, fue las personales de Minata Keita, que prácticamente se pasó todo el segundo cuarto en el banquillo. La africana es, hoy en día, el pilar sobre el que gira este Celta Zorka. Solo su presencia en la pista es como un talismán para sus compañeras, que recuperan la confianza y se muestran más seguras en los lanzamientos.

Minata volvió a la pista en el tercer cuarto y ahí se acabó la igualdad en el marcador. De hecho, la primera canasta del cuarto fue de la propia Keita.

El cuadro leonés se desesperaba y su entrenadora presionaba a los árbitros para cambiar el criterio, pero solamente con una defensa en zona no se podía ganar el partido. Una zona, además, que Anne Senosain y Ainhoa Lacorzana se encargaron de romper desde más allá de la línea de seis setenta y cinco.

En los minutos finales, el Celta Zorka luchaba por lograr la máxima diferencia y es que a estas alturas de la temporada es importante ganar los partidos por la máxima ventaja posible pensando en la segunda vuelta y los posibles empates al final del campeonato.

Lo importante del partido de ayer es el margen de mejora del equipo, que sin jugar al límite, derrotó a uno de los favoritos del grupo y eso es un plus añadido.

Un factor muy a tener en cuenta para lo que resta de temporada, y llevamos cuatro jornadas, es el incremento de los aficionados que acuden a los partidos del Celta Zorka. Ayer acudieron cerca de ochocientos aficionados y eso en Navia es una entrada muy importante. Además, los gritos de aliento aparecieron en el momento en que más lo necesitaban las niñas, por lo que la comunión es total.