El cierre de la grada de Río para el partido de esta tarde en Balaídos "no es imputable al Celta ni al Concello ni a la empresa adjudicataria de la obra", convino ayer el alcalde de Vigo, Abel Caballero, quien señaló como responsable a la firma que fabricó las piezas defectuosas de la cubierta del estadio. Por esta incidencia, unos 9.000 aficionados se verán privados de asistir en directo esta tarde al Celta-Atlético de Madrid. El regidor municipal confía en solventar cuanto antes los problemas en la infraestructura que cubre la gradería que se reforma y espera que la instalación pueda abrirse para el duelo entre el Celta y el Athletic Club de Bilbao, señalado para el domingo 5 de noviembre (16.15 horas).

Caballero acudió a Balaídos a última hora de la mañana de ayer para ofrecer ante la prensa más detalles sobre el motivo que el viernes le llevó a decretar la clausura de la grada de Río para el partido de hoy. "Para mí, la seguridad es lo más importante y ya lo hicimos en otras ocasiones.", dijo el alcalde en referencia a que el pasado febrero tuvo que impedir la celebración del partido contra el Real Madrid por el desprendimiento de unos trozos de techumbre de la grada de Río debido a un temporal.

Ayer, el primer edil de Vigo incidió en aplicar medidas de prevención siempre que lo considere necesario: "Al no tener garantías al mil por mil para la seguridad de las personas, decidimos que la grada no se puede utilizar. Es la recomendación que nos hacen los técnicos y la decisión la tomo yo. La probabilidad de que pase algo está por debajo del uno por mil", dijo Caballero, que quiere evitar cualquier tipo de riesgo, por mínimo que sea. "Las condiciones de seguridad prácticamente permitían abrir la grada, pero a mí el prácticamente no me llega".

Y el regidor municipal reclamó comprensión a los afectados por la clausura de esta grada: "Le digo a los aficionados que lo entiendan, que es para proteger la vida de las personas. Le pido comprensión a la afición. El partido lo veremos por televisión".

Respecto a las indemnizaciones a los aficionados afectados, Caballero anunció que se les devolverá el dinero. "El Celta no es responsable, no debe ser el que se haga cargo de las devoluciones, cuando no tiene ni arte ni parte. Ya veremos, pero esa parte se resolverá", indicó antes de apuntar que se le reclamaría el dinero "a las empresas que cometieron el error".

Caballero recordó que los técnicos detectaron anomalías en la infraestructura, de la que se desprendieron 13 barras del soporte de la cubierta. "A principios de semana nos dijeron que era todo correcto, que había un problema pero que no habían localizado cuál era su causa. Decidimos retirar la estructura, la llevamos al centro tecnológico Aimen de Porriño y la prueba de esfuerzo dio muy por debajo de lo que tenía que dar". Las anomalías se localizaron en unas roscas defectuosas de las bolas que sujetan las barras de la estructura. "No hay que retirar la malla entera. Aproximadamente la mitad pueden estar afectados", dijo.

A pesar de estos inconvenientes, el alcalde sostiene: "Los plazos de la obra se mantienen y la vamos a acabar antes del 31 de diciembre. De no haber surgido esta dificultad técnica, hubiésemos jugado con el 90 por ciento de la grada cubierta en este partido. Ahora, si llueve nos mojaremos un poquito, pero vamos a marcarnos como objetivo, no lo puedo garantizar, que el siguiente partido lo juguemos con la grada abierta al público".

El Concello intentó paliar los efectos del cierre de la grada más populosa de Balaídos con el montaje de una gran pantalla en Castrelos y sillas para unas diez mil personas, "pero LaLiga nos dijo que los derechos de imagen de las empresas a las que se adjudicó el fútbol no nos permiten hacerlo", concluyó Abel Caballero.