El Leganés se cobró venganza de la derrota que sufrió la pasada temporada en La Rosaleda (4-0) y venció ayer por 0-2 al Málaga, que continúa colista, sin ganar y con su técnico, José Miguel González 'Míchel', contra las cuerdas.

El equipo malagueño, con una novedad de última hora en el once inicial por la lesión en el calentamiento del centrocampista serbio Kuzmanovic, sustituido por el argentino Esteban Rolón, empezó fulgurante, fuerte y agresivo, con una línea ofensiva formada por el venezolano Peñaranda y el uruguayo Diego Rolan.

El Leganés, el equipo menos goleado de la Liga, junto con el Barcelona, con tres tantos encajados, sufrió algo al comienzo, pero poco a poco se fue asentando en el campo, durmiendo el partido y creando problemas a los malaguistas.

Tras el descanso, después de unos primeros minutos horribles del Málaga, con Amrabat haciendo diabluras, llegó el primer gol del Leganés, fruto de una falta lateral mal defendida por los malaguistas que Gabriel, en posible posición de fuera de juego, convirtió en el 0-1 tras tocar con la cabeza Eraso.

El Málaga volvió a las andadas, sin ideas, atascado y nervioso.

Sucumbió a raíz del gol, lo que aprovechó el Leganés para sentenciar con un tanto a la contra de Szymanowski en el minuto 77.

El duelo entre andaluces y madrileños acabó entre pitos contra el presidente del club, el jeque Al-Thani.