La ausencia de lluvia y las altas temperaturas generan una extraña mezcla de escepticismo e ilusión en la comunidad de caza menor en Galicia, cuya temporada se inicia mañana en toda la Comunidad hasta el próximo 6 de enero de 2018.
Conejos, perdices, zorros, becadas, liebres y belacinas serán, desde mañana, las piezas más anheladas de una comunidad de cazadores que en Galicia asciende (según datos de 2017) a unos 48.000 cazadores, cerca de 11.000 en Pontevedra, que tendrán a su disposición alrededor de 2.641.000 hectáreas.
El comité gallego de caza, en su reunión ordinaria celebrada el 16 de marzo de 2017, en uso de las funciones conferidas en el artículo 54 de la Ley 13/2013, de 23 de diciembre, de caza de Galicia, y en el artículo 12 del Decreto 167/2015, de 13 de noviembre, por el que se establece la estructura orgánica de la Consellería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, establece la normativa por la que se regula la temporada 2107/18, en la que se consideran días hábiles de caza los jueves, domingos y festivos de carácter estatal y autonómico, con las excepciones que se recogen en dicha resolución. Así, en las zonas libres de caza de Galicia con una superficie continua igual o superior a las 500 hectáreas, la cuota máxima por cazador y día será de una perdiz roja y un conejo.
Además, en la práctica de la caza menor en los terrenos de aprovechamiento cinegético común, no se podrá cazar en grupos mayores de seis personas, ni cazar coordinadamente más de un grupo. Cada cazador podrá utilizar hasta un máximo de 4 perros. El número máximo de perros por grupo será de 12.
"Nos encontramos ante una situación compleja, con unas circunstancias similares al año pasado, en el que las enfermedades atacan al conejo y existen dificultades en el hábitat de los animales cada vez peores", se lamenta Javier Nogueira, presidente de la Federación Gallega de Caza. Aún así, el dirigente está seguro que la de mañana será "un gran día de caza" en Galicia, de reencuentro y de enfatizar, una vez más, "el carácter social" de un deporte tan arraigado en la Comunidad.
Aunque Noriega afirma que las altas temperaturas, inusuales en esta época del año, "dificultarán el rastreo", y provocarán el cansancio en los perros, que no tienen facilidades para que se refresquen, también está seguro de que la ausencia de lluvia animará a muchos cazadores a irse al monte en busca de las primeras piezas. "Lo comido por lo servido", indica.
En una época, que viene siendo la tónica habitual de los últimos años, en la que la escasez de piezas está casi asegurada, Noriega apuesta por ir al monte "a pasarlo bien". Será una jornada de reencuentro con "esos cazadores que quizá solo ves determinadas veces al año" en una jornada propicia para disfrutar del monte y de la naturaleza. Noriega recuerda que la caza es el "segundo deporte que se practica en Galicia, tanto por número de cazadores como de sociedades", y apunta, además, otro dato a favor de la jornada que está a punto de iniciarse y es que "es algo raro para esta época de calor, pero en esta zona de la comarca apenas hemos tenido incendios y eso es para celebrar. Parece que hay una mayor conciencia. El fuego es un enemigo importante", apunta.
Durante la época de adiestramiento los cazadores ya han ido seleccionando sus zonas predilectas para cazar desde el domingo hasta el 6 de enero. La mayoría elegirá las zonas menos habitadas y donde no haya habido muchas repoblaciones.
La temporada en Castilla La Mancha ya se inició la semana pasada y en León no arrancará hasta el fin de semana que viene, por lo que Noriega confía en que este domingo, con previsión de sol y calor, se presente como una jornada masiva de afluencia al monte donde lo de menos será el número de capturas, sino el disfrute de una jornada en contacto con la naturaleza y de compañerismo entre cazadores.
Un llamamiento "a la sensatez"
- Desde la Mesa Gallega de la Caza invitan a los cazadores gallegos a gozar en esta nueva temporada de los valores que lleva aparejados esta actividad deportiva como la deportividad, el compañerismo o la solidaridad en sintonía con el medio ambiente. Así, se podrá sobrellevar el pesimismo con en que arranca, un año más, una temporada en la que preocupa de manera especial la enfermedad vírica del conejo. El presidente de los cazadores de Armenteira, Juan José Millán, lamentaba recientemente que el brote de vírica empezó a hacer daño en los montes de Armenteira en el mes de septiembre, y que la actual meteorología, más propia del verano que del otoño, favorece la expansión del mal. "Con calor, la vírica ataca más fuerte". Otros handicaps a la actividad son el abandono del rural, la predación, el hábitat desfavorable, las repoblaciones ineficaces o la excesiva presión cinegética. Ante eso, la Mesa Gallega invita a los cazadores a gozar de la parte lúdica de esta nueva campaña, mientras que la Federación Gallega quiere hacer un llamamiento a la "sensatez y al sentido común". "Queremos que sea una jornada en la que se pueda disfrutar del monte en la que no tengamos que lamentar ni un solo accidente", dice Noriega.
