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atletismo

Vacaciones en el Everest

El vigués Alberto Iglesias prepara una exigente cita por la cordillera nepalí del Himalaya consistente en un trail de autosuficiencia en seis etapas

Everest, Lhotse, Ama Dablam, Tamserku, Kangtega, Makalu, Kanchenjunga, los colosos del Himalaya contemplarán y calibrarán la valentía de 60 corredores de todo el mundo entre los que se encuentra el vigués Alberto Iglesias (Lodeiros Trail), que desde el 5 al 17 de noviembre participará en la séptima edición del Everest Trail Race. A la cita también está confirmada la asistencia del actual campeón del mundo de la especialidad, el burgalés Luis Alberto Hernando.

"Se trata de una carrera por etapas que discurre por la cordillera nepalí del Himalaya en régimen de autosuficiencia", apunta Iglesias. "Ellos te ponen un campamento que van moviendo cada meta y cada salida de etapa", pero cada corredor debe cargar con su equipo personal y el material obligatorio. Durante los seis días que dura la prueba, los corredores tendrán que superar una distancia aproximada de 160 kilómetros y un desnivel acumulado, positivo y negativo, de casi 30.000 metros. "Existen desniveles acumulados diarios que oscilan entre los 3.000 y los 6.000 metros", advierte el vigués. Al tratarse de una carrera con libertad de ritmo, en esta aventura tienen cabida tanto corredores de élite como marchadores de montaña con una buena condición física.

"En total somos 60 participantes, de los que 20 somos españoles. También hay 12 británicos, canadienses, suecos, portugueses, argentinos?", enumera. "Es un formato donde hay algunos corredores buenos, como por ejemplo el campeón del mundo de la modalidad, Luis Alberto Hernando, y donde también participan corredores como yo que vamos con la intención de hacerlo a modo de aventura, gente de mi perfil, que nos gusta la montaña y corremos", apunta.

Iglesias se vio seducido por la Everest Trail Race porque "es un concepto de carrera que me permite viajar a Nepal, correr por las faldas del Everest y en un formato donde no es un perfil de alta montaña, que exige una estructura más compleja de expedición", afirma. Hace "pocos meses" que empezó a rondar en su cabeza la idea de participar en una prueba de la que se enteró casi por casualidad. "Siempre me interesó el tema de Nepal y en una publicación de internet en la que sigo a algunos atletas leí sobre esta carrera. Vi oportuno participar porque estaba entrenando un poco mejor este verano y porque tenía ganas de hacer una carrera así. Me animé y ya empecé a preguntar qué requisitos eran necesarios: los trámites médicos, pruebas de esfuerzo, electrocardiograma. También te piden haber participado en pruebas similares y yo había hecho una por etapas en los Ancares y algún raid de aventuras de dos o tres días", afirma. Todo estaba ya en marcha.

"Estas son carreras que se hacen una vez en la vida, por su coste básicamente. Yo participo en trails desde hace cuatro años más o menos, en carreras por España, o ultra trails de 40, 50 o 70 kilómetros y alguno más corto de 30, pero este concepto de trail por etapas es más atractivo por discurrir por los pueblos de Nepal. Tiene una pintaza", dice con entusiasmo.

En Nepal se enfrentará a varios elementos desconocidos hasta ahora para él. "El tema de la altura es lo que más cuesta entrenar. El desnivel es lo que marca la dificultad. Si aquí una carrera tiene 1.000 positivos, 2.000 acumulados, allí tiene 3.500 o 4.000 acumulados una etapa de 25 kilómetros. Dicen que es muy de trekking extremo, trekking duro de correr los que vayan a ganarla y de caminar con bastones los que vayamos a acabarla", dice.

Para poder convertir su sueño en una realidad, Alberto Iglesias ha tenido, además, que coger sus primeras vacaciones. "Tengo una consulta de fisioterapia y nunca me había cogido 15 días para unas vacaciones así que en esta ocasión me parece que la experiencia lo requiere. Voy a cogerme quince días sin trabajar", anuncia. Pero, además, el día a día antes de la fecha clave también tiene su dificultad a la hora de compaginar su trabajo, sus labores paternales y sus entrenamientos. "Ahora lo más complicado es entrenar lo suficiente e ir acumulando todos los días una carga importante de kilómetros. Yo, que entrenaba dos días a la semana, ahora entreno seis, lo que es difícil con un trabajo de diez horas diarias, además de hijos".

Así que roba horas al reloj para poder llegar a todo. "Intento correr un poco por la noche e ir al gimnasio a mediodía. Para intensificar, ya que no puedo entrenar la altura, por lo menos entreno cada día. Corro dos días por Castrelos, los fines de semana voy al monte y dos días hago pesas en un gimnasio, trabajo de fuerza en piernas". Con esta planificación, Iglesias acumula unas 70 horas de entrenamiento semanales. "Lo que intento es sumar dos días seguidos de cansancio, para intentar ir con esa sensación de fatiga de piernas", puntualiza.

En Nepal las dificultades serán varias. "Tú llevas contigo tu ropa de los seis días. Ellos te dan comida y una tienda tipo campo base que compartes con otro corredor. Al día siguiente a las seis de la mañana, otra vez en pie". Eso lo tiene claro. La parte mental también será clave. "No saber cómo voy a responder a la altura es un factor importante. También puede ser preocupante porque somos burgueses, acomodados, y de repente ver que no puedes ducharte, que vas a estar a diez grados bajo cero por las noches, cambiarte en una tienda de campaña... Yo soy aventurero pero vivir algo así es otra cosa".

Sin embargo, está convencido Alberto Iglesias de que será "una experiencia que me va a quedar para siempre". En unos días partirá hacia sus vacaciones en Nepal.

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