Iván Raña, primero que ganó un título mundial (2002, en Cancún), padre del triatlón en España, se sigue empleando con éxito, a sus 38 años, en larga distancia. En Kona (Hawái, EEUU) este sábado afrontará el Mundial de Ironman (3.800 metros a nado, 180 kilómetros en bicicleta y un maratón a pie).

- ¿Cómo llega a Kona?

- Con buenas sensaciones. Le estoy pillando la medida al asunto del entrenamiento, más específico cada día. Conozco la carrera y los momentos en que estar al cien por cien; no simplemente ir a tu ritmo, sino estar con el grupo de delante. Estuve dos semanas en Lanzarote, en Sun Beach, y luego otro tanto en Madrid, en la Residencia Blume. La Federación Española y en concreto Iñaki (Arenal, seleccionador) me dejaron estar para prepararme con Paquillo (Fernández).

- ¿Y en Hawái?

- Lo peor es el calor, como siempre. Noto más seca la carretera. De hecho, cuando subimos a la parte más alta del recorrido, recuerdo que el año pasado estaba más verde. Ahora está más seco todo.

- ¿Qué se espera el sábado?

- Se espera calor; y viento, mucho viento; sobre todo en la parte de retorno (del circuito ciclista).

- ¿Logrará este año su tercer título seguido el alemán Frodeno?

- Nadie puede asegurar que va a ganar esta carrera. Hay tantas cosas que tienes que manejar... Es tremendo.

- ¿Puede evitar esa victoria de Frodeno Iván Raña?

- Pues claro, joder (ríe). Si todo sale al cien por cien... No sé si evitarla, pero, por lo menos, va a sudar. Seguro que va a sudar.

- ¿Otros favoritos?

- (El estadounidense) Hoffman, (el canadiense) Sanders, (los alemanes) Boecherer y Kienle, (el belga) Freddy Van Lierde, también. Son los tíos más duros.

- ¿Firmaría el podio?

- No estaría mal. Pero ahora mismo prefiero firmar lo que valga. Si valgo un décimo, firmo un décimo. Pero lo guapo de venir aquí es que están los mejores. Y tienes que ir al límite. Lo bueno es saber dónde estás, pero en carrera. No, no firmaría ningún puesto, por ahora.

- ¿Cómo se imagina la prueba?

- Va a ser muy rápida nadando, con un grupo de diez o de quince; en bicicleta habrá un poco de control, al principio, pero con algún valiente. En el kilómetro 80 o 90 es dónde se va a hacer daño y los últimos treinta kilómetros, que va a entrar mucho viento, es donde todo el mundo va roto y habrá algún ataque. Y después de todo eso nos quedará un maratón entero.