El Real Madrid recobró el ánimo tras imponerse a domicilio al Alavés por 1-2, con protagonismo para un Dani Ceballos que aprovechó su primera titularidad con un doblete clave para sacar tres puntos ante un rival que tuvo opciones hasta el final. Ceballos fue la gran novedad en el once madridista y como sustituto de Modric. El andaluz quiso hacer buena la apuesta de Zidane y se encargó de acertar en la portería contraria, una faceta donde el actual campeón volvió a demostrar cierta falta de puntería.

El Alavés, valiente y competitivo durante los 90 minutos, fue capaz de igualar el tanto inicial de Ceballos y aunque no le duró en exceso la alegría, se mantuvo firme y aguerrido para buscar sus opciones. Los palos le negaron un mejor botín.

Ambos equipos llegaban al encuentro con especiales necesidades. El equipo blanco para olvidar el revés ante el Betis en casa, y el 'babazorro' en busca de sus primeros puntos y ya con nuevo entrenador, Gianni de Biasi, aunque se sentó en el banquillo Cabello.

Con un estadio lleno y entregado, los blanquiazules firmaron llegadas peligrosas en un buen inicio, pero los de Zidane abrieron muy pronto el marcador. Ceballos, en el medio junto a Casemiro e Isco, recogió un balón suelto en el área y batió a los 10 minutos con un tiro raso a Pacheco. El gol tempranero llenó de ganas a los blancos para buscar el segundo con un Alavés poco activo en ataque.

Cuando mejor estaban los pupilos de Zidane, el Alavés empató en una fulgurante aparición de Manu García rematando con un espléndido cabezazo un centro templado de Munir. Primer gol en Liga para los de Álava, que apenas pudieron disfrutar la alegría porque tan sólo tres minutos después, Ceballos se hizo con un rechace de Pacheco en la frontal para adelantar de nuevo al Real Madrid y dar aire a los visitantes para el descanso.

A falta de media hora para el final, el conjunto madridista, volcado en ataque, rozó su tercer gol en el marcador con un gran disparo de Ronaldo al poste y Sergio Ramos tampoco acertó con toda la portería a su favor. Aferrado a lo corto del marcador, el Alavés no se amilanó y no renunció al empate. A punto estuvo de conseguirlo por medio de un recién entrado Pedraza, que se topó con los postes. Primero en un disparo que se fue al larguero y luego en un mano a mano ante Navas en el que el cordobés estrelló el balón en el palo.

En la ida y vuelta, el equipo merengue tampoco fue capaz de sentenciar y el marcador, finalmente, no se movió y el Real Madrid consumó su tercera victoria en Liga, todas de ellas lejos del Bernabéu,