Óscar Graña y Ramón Ferro lograron la medalla de plata en el Campeonato del Mundo de maratón en la especialidad de C-2. Solo fueron superados por Marton Kover y Adam Docke, la pareja húngara. El tercer puesto correspondió a Tono Campos y José Manuel Sánchez, del Breogán de O Grove. Los componentes del Kayak Tudense agrandan su leyenda con una nueva medalla a su largo historial. Es su duodécima presea en un Mundial y la primera data de 2004. No se han bajado del podio desde entonces. El Campeonato del Mundo de maratón, que se disputó en Sudáfrica, terminó con cuatro medallas para Galicia. A las dos de la última jornada se deben sumar las de Manuel Garrido, también del Kayak Tudense, y Tono Campos, segundo y tercero en C-1.

Era una regata especial para Óscar Graña y Ramón Ferro, conscientes de que se encontraban ante una oportunidad histórica. Los dos buscaban el título, aunque sabían que Marton Koven y Adam Docke partían como grandes favoritos. Así quedó también demostrado en el agua. Los tudenses, que habían sido terceros en el Campeonato de Europa disputado en Ponte da Lima hace dos meses, se encontraban en buena forma y mentalizados para luchar por el primer puesto.

Y ese fue uno de los principales argumentos para afrontar los 27 kilómetros de recorrido, con seis vueltas y otros tantos porteos (pasos por tierra). Óscar Graña y Ramón Ferro llevaron la iniciativa, al mismo tiempo que regulaban sus esfuerzos. La disciplina de maratón se distingue de las demás por varias claves, no cometer errores y ser constantes debido a la larga distancia. Esa filosofía la aplicaron a rajatabla.

Los húngaros pronto comprendieron cuáles serían sus grandes adversarios. A pesar de que intentaron liderar la prueba y marcharse en solitario hacia el triunfo, no lo lograron. Los perjudicados fueron Tono Campos y José Manuel Sánchez. Los canoístas del Breogán de O Grove estuvieron igualados una gran parte del recorrido. Hasta que cometieron un error en uno de los porteos. Un desequilibrio les llevó a caerse al agua. Perdieron en ese instante sus opciones de luchar por la victoria.

Gallegos y húngaros se aliaron para llegar juntos al tramo decisivo. Eliminados sus rivales más peligrosos, ambas embarcaciones se igualaron. Óscar Graña y Ramón Ferro intentaron dejar atrás a sus adversarios. Todos sus ataques fueron respondidos. Con ese escenario se llegó a la vuelta pequeña y a los últimos metros. Marton Kover y Adam Docke sabían que eran más rápidos que los canoístas del Kayak Tudense. Y lo demostraron. Después de casi dos horas de competición, lograron la victoria con solo quince segundos de ventaja sobre los gallegos. El tercer lugar en el podio lo ocuparon Tono Campos y José Manuel Sánchez, a casi dos minutos de la medalla de oro.

Emilio Llamedo fue quinto en K-1, una modalidad en la que Iván Alonso tuvo que abandonar. También se debe anotar el triunfo del argentino Franco Balboa en K-1 sub-23. Este kayakista, ganador de la pasada edición del Descenso del Miño, lleva varios meses de entrenamiento en el Kayak Tudense.

En la modalidad de K2 mujer senior Tania Álvarez y la madrileña Lucía Arquero terminaron en la sexta plaza, en una carrera en la que ganaron las húngaras Vanda Kiszly y Sara Mihaly. Destacar que la participación de Tania y Lucía en este mundial fue gracias a la autofinanciación de su viaje.