Mereció más el Celta B en su visita a la Ciudad Deportiva Wanda de Majadahonda, donde desplegó un fútbol abierto y valiente que le permitió adelantarse en el marcador y llegar con ventaja a los últimos cinco minutos de partido. Sin embargo, sus ansias por mantener la renta en el marcador terminaron por condenarle. El Atleti B solo tuvo opciones cuando el filial celeste replegó líneas para mantener una victoria que, sin duda, hubiera merecido.

El filial céltico saltó a la hierba con las ideas muy claras y un dibujo táctico valiente. En su segunda posesión le llegaría la primera ocasión con un balón a la espalda de la zaga rojiblanca al que no llegó Drazic por muy poco. Durante la primera media hora el partido se jugó a gran ritmo, con mucha verticalidad y llegadas con sentido.

A los 9 minutos, el rojiblanco Juan Moreno encontró pasillo por el carril izquierdo de Riqui, muy activo por su banda, pero su caída en el área por simular penalti supuso la primera cartulina y la advertencia de que los atléticos no venderían fácilmente la derrota. Tan solo un minuto después el balón cruzado de Riki, tras galopada por su banda, no encontraba rematador.

El Celta se animaba y la movilidad arriba de Drazic y Juan Hernández permitían a los célticos balones a la espalda, en acciones bien interpretadas por Aarón y Solís desde el medio. En el minuto 32 llegaría la ocasión más clara del partido. Juan Hernández buscó el espacio con un desmarque de ruptura. Su remate de cabeza, algo escorado, pegó en el palo cuando ya se cantaba el gol.

El segundo tiempo dejó un partido similar, con un Celta valiente y un Atleti que jugaba con arranques puntuales pero de mucha calidad. El gol celeste no tardó en llegar. Un zapatazo de Drazic desde 35 metros se coló a la derecha de un sorprendido Carlos Marín -el árbitro se lo atribuye a Riki en el acta-. El error del cancerbero madrileño, que reaccionó tarde al disparo, permitió adelantarse al Celta B.

Con el gol, cambió el partido. Los de Rubén Albés se echaron atrás para conservar su renta y el Atleti lo aprovechó acumulando hombres arriba. La intensidad del Atleti hizo dudar a la firme zaga celtiña en los últimos minutos. A la desesperada, un arranque del central atlético Rafa le permitía llegar al área con el balón en los pies. Allí se lo encontró el albanés Keidi para golpear a la izquierda de Sotres y poner el definitivo empate a uno.

El filial olívico mereció más, aunque el empate en Madrid no es del todo malo: le permite acumular 8 puntos y seguir invicto tras cuatro jornadas de liga.