Se le acumula el trabajo a José Ignacio Prades en el arranque de su segunda temporada al frente del Mecalia Guardés. Pocos veranos encontrará que se le hayan hecho tan cortos. En unas semanas ha pasado por un proceso fugaz que consistía en ganar la Liga, confeccionar el equipo de la siguiente temporada y adelantar el trabajo veraniego para llegar en la mejor forma posible a la primera semana de septiembre en la que afronta dos retos gigantescos: la Supercopa del sábado ante el Rocasa y la fase previa de la Liga de Campeones dentro de una semana en Alemania. Sin apenas tiempo para tomarse un respiro. Ayer estaba enfrascado con todo lo que conlleva el duelo que se vivirá en As Travesas (18:00 horas) contra las canarias.

Prades entiende que tanto el Guardés como el Rocasa se van a encontrar con un importante hándicap en el primer gran duelo de la temporada: "Nos hemos preparado a conciencia aunque es verdad que el hecho de empezar a entrenar una semana antes nos ha hecho adelantar un poco los plazos. Éste no deja de ser el primer partido de la temporada en el que obviamente los equipos no llevan el ritmo de cuando ya alcanzan cuatro, cinco o seis jornadas de Liga. Nos pasa a todos. Claro que nos guataría llegar en mejores condiciones, pero es lo que hay y tenemos que adaptarnos a esa situación".

Asume el entrenador del conjunto gallego que después del título de Liga y por el hecho de jugar ante sus aficionados pueda entenderse que el Guardés parte con el cartel de favorito: "Estamos intentando eliminar la palabra presión de nuestro vocabulario. Lo que tenemos es una responsabilidad importante porque defiendes una camiseta y sobre todo defiende un trabajo que hiciste el año pasado. No estamos obligados a nada, pero lo que vivimos es un ejercicio de responsabilidad pensando en lo mucho que trabajamos el año pasado en el que obtuvimos un premio importante que nos ha conducido a todo lo que vamos a vivir en los próximos días: la Supercopa y la previa de la Liga de Campeones".

Siente Juan Ignacio Prades que sobre todo la presión y la ansiedad que pueden sentir de un modo más importante tiene más que ver con el consumo interno del vestuario: "La sentirmos por nuestras ganas de mantener esa imagen, la idea de juego. Esa es la presión que a veces siente más cerca un deportista".

El entrenador del Mecalia Guardés, al que le quedan la sesión de entrenamiento de hoy y la de mañana (ya en el escenario del partido, el pabellón de As Travesas) para ultimar los detalles del encuentro ante las canarias, reconoce que aún le queda tiempo para alcanzar el nivel de juego que espera le lleve a los éxitos conseguidos: "Aún no estamos cerca. Pero tampoco lejos. Entiendo que se cumplen los plazos normales en estos casos. Cualquier entrenador de División de Honor si le preguntas los mismo piensa a esta horas que le falta conjunción con las nuevas jugadoras, esa velocidad o sincronía de muchas acciones que solo vas a conseguir con el paso de los partidos. Nos gustaría estar un paso más adelante pero es esta es una situación por la que pasan todos los equipos. Ninguno ha alcanzado ese plus que todos buscamos y que es difícil de encontrar hasta que avanza la temporada".

El entrenador afirma convencido de que el estilo de juego del Mecalia Guardés tampoco hace sencilla la adaptación para las nuevas jugadoras. Y este año se ha producido una importante remodelación de la plantilla del conjunto de A Guarda: "Es algo complejo. La gente nueva ha venido con mucha actitud, con ganas de aprender, de mejorar, de recoger conceptos e ideas. Eso hace fácil la adaptación. Quizá por nuestra características, por la filosofía de nuestro juego, le cuesta un poco más a las que no han estado con nosotros en comparación con las que siguen en la plantilla. Pero va todo rápido porque han venido con una gran predisposición y eso ayuda a la hora de acortar los plazos y conseguir la adaptación antes de tiempo".

Ambiente

As Travesas será (o lo intentará) una especie de A Sangriña. A Prades le agrada la idea de jugar ante su gente: "A veces lo de jugar los primeros partidos en casa es una carga porque tienes más responsabilidad y te atenaza. Pero jugar en A Guarda es siempre una ventaja porque la gente te da un plus que agradecen las jugadoras. Nuestra afición se está moviendo para acudir en masa a Vigo, el ritmo de entradas es muy bueno y no nos va a perjudicar en absoluto el hecho de estar delante de nuestra gente. Tenemos que traducir esa supuesta presión en sentirnos muy a gusto, viendo a nuestra gente delante, teniendo la grada llena de rostros conocidos".

En este sentido, el preparador recuerda con orgullo la respuesta que el Guardés ofreció en las últimas jornadas de Liga de la pasada temporada en las que no falló cuando tuvo la ocasión de proclamarse campeón de Liga. Un ejemplo que cree debe aprovechar en la final del sábado ante el Rocasa: "Creo que fue una de las consecuencias y enseñanzas que sacamos con mayor claridad. En los cuatro o cinco últimos partidos, cuando nos vimos con posibilidades de lograr el título, nos hicimos fuertes. El equipo creció de repente, se hizo mayor. Mostró solvencia y un trabajo muy positivo. Algo que debemos valorar y recordar de cara a duelos como el que viviremos el sábado".