El presidente del Consejo Superior de Deportes, José Ramón Lete, aseguró tras la reunión con el presidente en funciones de la Federación Española de Fútbol, Juan Luis Larrea y los presidentes de las federaciones territoriales que hay "consenso" en que la mejor solución es la dimisión de Ángel Villar.

"Ha habido unanimidad y absoluto consenso en que la mejor de las soluciones sería la dimisión de Villar. La dimisión de Villar abriría un mecanismo de sustitución establecido en los estatutos que permitiría la convocatoria de elecciones y la presentación de los candidatos que creyeran conveniente dar un paso al frente", explicó Lete tras el encuentro.

Lete añadió que el CSD establecerá "una tutela" de la Federación que estará "al margen del proceso electoral" cuando éste se produzca para elegir un nuevo presidente.

Asimismo, detalló que en la reunión, que duró unas dos horas, también se valoró la posibilidad de una moción de censura, que se produciría en noviembre. Hasta entonces, el CSD podría incluso trasladar funcionarios de su plantilla a la sede de la RFEF para controlar su gestión.

"Esta tutela supondría que el Consejo estaría en disposición de desplazar funcionarios de esta casa para que, al amparo de la Ley del Deporte, pudiéramos controlar, inspeccionar documentos y garantizar que esa tutela se pudiera producir", detalló Lete.

El presidente del CSD insistió en que esta tutela es compatible con que el Consejo quede "al margen del proceso electoral" que se produzca en la RFEF una vez haya dimitido Villar.

"El CSD no apoyará a uno u otro candidato que tome la decisión de presentarse", afirmó Lete, que aclaró que "hoy por hoy" no habría que convocar elecciones a la Asamblea de la RFEF, ya que es "legítima".

En esas futuras elecciones podrían presentarse personas que no fueran miembros de la Asamblea, según aclaró el presidente del CSD.

Preguntado sobre si ve fácil que Ángel María Villar tome la decisión de dimitir, Lete recordó que hay "unanimidad" entre los presidentes territoriales sobre que debe salir de su cargo.

"No puedo ponerme en su cabeza, pero la unanimidad de todo el colectivo es exigirle la dimisión", finalizó.

La petición de Lete no cayó en saco roto. Los presidentes territoriales que dimitieron de la Junta Directiva de la Federación Española de Fútbol (RFEF), excepto los imputados, y los que no formaban parte de ella entre los que se encontraba Rafael Louzán, presidente de la Gallega, volverán a este organismo, que se reunirá el próximo 6 de septiembre y pedirán a Ángel María Villar que dimita, según acordaron . "Volvemos a la normalidad, los presidentes vuelven a la Junta Directiva exceptuando los cinco que estaban encausados, mantienen su dimisión porque era una de las premisas que marcaba el presidente. Ahora vamos a seguir una ruta, junta directiva el día 6 por la tarde y a partir de ahí trataremos de trasladarle al presidente las inquietudes, que pasan por su dimisión", explicó el presidente en funciones de la RFEF, Juan Luis Larrea.

Larrea, la secretaria general Esther Gascón y los dirigentes de las 19 federaciones territoriales se reunieron durante unas dos horas después de haber tenido un encuentro de una duración similar con el presidente del Consejo Superior de Deportes, José Ramón Lete, en el que hubo "unanimidad" sobre la necesidad de que Villar dimita, según dijo el presidente del CSD.

De esta manera, en la Junta Directiva del próximo día 6 de septiembre estarán los presidentes territoriales que habían dimitido, a excepción de los presidentes investigados en la Operación Soule -Jacinto Andrés Alonso (Rioja), Antonio García Gaona (Ceuta), José Miguel Monje (Murcia), Diego Martínez (Melilla) y Vicente Muñoz (Valencia)-.

También estarán en esta Junta Directiva los presidentes de las Federaciones de Galicia (Rafael Louzán), Aragón (Oscar Fle) y Andalucía (Eduardo Herrera), que no formaban parte de la actual Junta de la RFEF.