El primer día de Osumane Dembélé como nuevo jugador azulgrana derivó en bronca por una parte mayoritaria de los 17.814 espectadores presentes en el Camp Nou, que, ante el retraso de más de una hora de la presentación oficial del delantero francés, pidió la dimisión del presidente del Barcelona, Josep Maria Bartomeu.

Un contratiempo burocrático en la liquidación del contrato entre el delantero y su exequipo, el Borussia de Dortmund, provocó que la puesta de largo del jugador más caro hasta la fecha de la historia del club azulgrana (105 millones de euros y 40 más en variables) colmara la paciencia de los aficionados azulgranas que acudieron al Camp Nou.

Ante la demora de la presentación, los gritos mayoritarios de "Bartomeu dimisión", así como los silbidos y los pañuelos blancos se multiplicaron en las gradas, poco antes de que Dembélé saltara al césped.

No obstante, el extremo galo gozó de un recibimiento multitudinario en el Camp Nou, donde vivió las primeras muestras de cariño por parte de su nueva afición.

No fue hasta las 14:45 horas, con una hora de retraso con respecto al horario previsto, cuando Ousmane saltó al césped enfundado con la zamarra azulgrana y el número 11 en la espalda y puso fin, así, a unas horas frenéticas previas a la presentación protocolaria.