Rodrigo Germade y Cristian Toro, componentes del equipo español de K-4 500 metros, se proclamaron subcampeones del mundo y sumaron su segunda medalla en la competición. Junto a Carlos Garrote y Marcus Cooper, demostraron estar entre los mejores. Roi Rodríguez se quedó a 32 milésimas de segundo de la medalla de plata en K-1 500 metros. Por su parte, Teresa Portela ganó la final B de K-1 200 metros, Sergio Vallejo y Adrián Sieiro se impusieron también en la final B de C-2 1.000 metros, lo mismo que Carlos Arévalo en K-1 200 metros. Rubén Millán completó la jornada con el quinto puesto en K-1 5.000 metros.

Volvieron Cristian Toro y Rodrigo Germade a subirse al podio. Ya lo conocían. El día anterior se había proclamado subcampeón del mundo en K-200 metros, el primero de ellos, y el palista cangués ganó en K-2 500 metros. En el K-4 500 metros formaron parte del equipo espapl junto a Carlos Garrote y Marcus Cooper.

Era una embarcación que había transmitido buenas sensaciones en las semifinales, que ganaron con autoridad. Por lo tanto, entraban dentro del grupo de favoritos a la medalla de oro. Así pareció al inicio de la regata decisiva. Salieron bien y se colocaron en el primer puesto. Sin embargo, poco a poco fueron cediendo ante la presión de sus rivales. A ambos lados, sus adversarios aumentaron el ritmo.

Pero la embarcación española reaccionó cuando parecía que todo estaba perdido. Cristian Toro reconoc¡ó que fueron capaces de recuperarse en el tramo decisivo. Los últimos fueron intensos y todos los participantes se emplearon a fondo. En esa lucha, Alemania logró la victoria. España fue segunda a 637 milésimas de los ganadores. El tercer puesto fue para la República Checa, cuyos componentes estaban motivados por estar en su casa y además ante cientos de aficionados que los animaban.

Cristian Toro y Rodrigo Germade completaron un Campeonato del Mundo casi perfecto. Las faltó la medalla de oro. Pocos palistas pueden decir que conquistaron dos medallas la competición más importante de la temporada. Los gallegos, además, inician el ciclo olímpico con buenas sensaciones. Ahora, ambos tendrán la oportunidad de descansar.

Roi Rodríguez, del Kayak Tudense, fue cuarto en K-1 500 metros. Le faltaron 32 milésimas de segundo para lograr el bronce. El deportista ofreció un excelente rendimiento, pero si quedó con el premio deseado. A pesar de que tuvo algunas dudas en el tramo inicial, su progresión en los últimos 200 metros fue espectacular, en una nueva demostración de su talento y calidad. Sin embargo, ese esfuerzo no le llegó para lograr el objetivo de estar en el podio. El ganador fue Josef Costal, de la República Checa, el segundo puesto fue para Rene Poulsen, de Dinamarca, y el tecero para Oleh Kukharyk, de Rusia. Curiosamente, Roi Rodríguez también fue cuarto en el Mundial disputado en Milán en 2015, el último celebrado.

Rubén Millán, también del Kayak Tudense, formó junto al gallego Óscar Carrera, Javier Cabañín y Javier Hernánz el equipo español de K-4 1.000 metros. Es una embarcación que se formó hace poco, por lo que sus componentes no tuvieron mucho tiempo de preparación. Ser cuartos del Mundo puede considerarse como un éxito. Durante la prueba demostraron que están entre los mejores. Fueron igualados hasta la mitad de la prueba. Después, sus rivales fueron los que apretaron. Australia se llevó la victor¡a, Hungría fue segunda y Alemania tercera. España se quedó a menos de un segundo de la medalla de bronce.

Rubén Millán logró el quinto puesto en K-1 5000 metros, en una regata en la que el portugués Fernando Pimenta fue el gran dominador. Logró la victoria de forma cómoda. El palista del Kayak Tudense estuvo en los primeros lugares hasta que cedió a la presión de sus adversarios.

En la última jornada del Campeonato del Mundo de Piragüismo que se disputó en Racice (República Checa) también se disputaron varias finales B con presencia gallega. Teresa Portela se impuso en K-1 200 metros. No dio ninguna opción a sus rivales. Lo mismo que Sergio Vallejo y Adrián Sieiro en C-2 1.000 metros.