Lo mejor de la tarde de ayer en el campo de O Vao, fueron los aplausos de ánimo que la afición del Coruxo le dio a sus jugadores después de la dolorosa derrota ante el Real Madrid Castilla.

Por segunda semana consecutivas los errores defensivos pasaron una factura demasiado cara. No Coruxo ni Real Madrid Castilla hicieron méritos para un marcador tan amplio, pero en el fútbol las emociones y sentimientos también juegan un papel muy importante, y para el cuadro vigués el partido acabó en el minuto cuarenta y seis, cuando Dani Gómez aprovechó un fallo de marca para que Dani Gómez aprovechara un balón que le cayó en los pies en el área tras un saque de banda para fusilar a Alberto.

Rafa Sáez nos sorprendió de salida con un nuevo movimiento táctico. Mateo Míguez se colocó por delante de la defensa como mediocentro ofensivo, acompañando a Antón, ocupando Álex Arias su puesto en el centro del campo. Con este cambio, Campillo pasó al lateral y Rafa Mella jugó por banda.

Salió mejor el cuadro merengue, ayer de negro, recuperando con facilidad el balón en el centro del campo y jugando por las bandas. No tardaron en llegar al área del Coruxo, pero la defensa lograba sacarse la presión de encima, algunas veces con más complicación que otra.

Los vigueses no tardaron en darse cuenta de lo fácil que tenían salir con velocidad a la contra. Higón fue una pesadilla para los jugadores del Real Madrid Castilla, y Álex Arias moví bien al equipo.

El partido se igualó. El Coruxo se había sacado la presión de encima y la sensación era que en alguna de esas contras podía lograr el primer gol de la temporada. Pero la jugada se moría cuando el esférico llegaba a la frontal del área. Faltaba ese último pase que sirviera para poner en aprietos al guardameta visitante.

Tal y como hicieron los jugadores entrenados por Santiago Solari a la media hora de juego, con un balón que quedó muerto en el área y que le llega a Dani Gómez. El delantero hizo lo más complicado, ya que estaba dentro del área, centrado ante la portería de Alberto, y éste estaba desplazado tras salvar el primer disparo. Ahí la suerte se alió con el Coruxo, pues el merengue colocó mal el cuerpo y golpeó peor el balón, saliendo este excesivamente alto.

Los primeros cuarenta y cinco minutos finalizaron con una nueva galopada de Higón por la banda derecha, que finalizó con un disparo de este que salió fuera por muy poco.

La segunda parte no pudo comenzar de peor manera para el equipo vigués. Un saque de banda acaba con el balón en el área y con un Dani Gómez que no perdona y fusila a Alberto, que nada pudo hacer. Fue un jarro de agua fría para los vigueses. La situación obligaba a estirarse para buscar la igualada. El equipo dio un paso al frente, pero el juego ofensivo seguía diluyéndose en la frontal del área. Las llegadas fueron contadas, y a media hora para el final pudo llegar la igualada con un potente disparo que atajó el guardameta merengue.

El Real Madrid Castilla estaba cómodo. En defensa controlaban la situación sin excesivos apuros, y las ganas de los vigueses lo lograr el empate facilitaba las contras. Así, en el minuto sesenta y tres Arturo sentenciaba el partido.

El orgullo del Coruxo hizo que siguieran presionando para buscar un gol que los metiera en el partido, pero lo que llegó fue la sentencia definitiva cerrando un partido negro para los vigueses.