Un doblete del español Marcos Alonso le dio ayer una trabajada y necesitada victoria al Chelsea y hundió a sus vecinos del Tottenham Hotspur (1-2) en el icónico Wembley, estadio en el que jugarán esta temporada mientras termina la construcción del nuevo White Hart Lane.

Los dos tantos de Alonso -el último en el minuto 88- revivieron al vigente campeón de la Premier, que había arrancado el curso con muchas dudas tras caer sorpresivamente en la jornada inicial ante el modesto Burnley y perder la Community Shield por penaltis a manos del Arsenal.

Los 'Spurs' se hicieron con la posesión (65%-35%), pero sin mordiente arriba, siempre vigilados y controlados Kane, Dele y Eriksen por la línea de tres centrales (Azpilicueta, Christensen y Rüdiger) y de tres centrocampista defensivos (David Luiz, Kanté y Bakayoko).

Pese al dominio local, fue el Chelsea el que golpeó primero gracias a una genialidad de Alonso. A los 24 minutos, el lateral español, que pide selección a gritos, agarró el balón después de que David Luiz fuera zancadilleado por Dele en el borde del área y lo puso ahí, en la escuadra izquierda de un Lloris que voló pero que no llegó.

Más de lo mismo en los segundos 45 minutos, con dominio infructuoso de los de Pochettino (68%-32%) pero sin inquietar en ningún momento la zaga del Chelsea. Ni siquiera el ingreso de Son en el m.68 en lugar de un mediocampista defensivo (Dier) logró dar más peso al ataque local.

Cuando parecía que el marcador no se iba a mover más, un error flagrante de Batshuayi, quien había entrado al campo segundos antes por Morata, devolvió a la vida a los 'Spurs'. El punta belga cabeceó a su propia portería una falta botada desde el costado derecho por Eriksen y, sin querer quererlo, subió el 1-1 al marcador de Wembley, que rugió como nunca.

En ese momento apareció de nuevo Alonso, quien mató al Tottenham y demostró una eficacia superlativa de su equipo: 2 disparos y 2 goles. El español recogió un balón abierto por Pedro en la izquierda y batió por bajo a un Lloris que pudo hacer más.

El vigente campeón de liga olvidaba las decepciones recientes para empezar a sumar de a tres.