El sudafricano Wayde Van Niekerk, plusmarquista mundial y campeón olímpico de 400, dominó con gran autoridad la final mundialista en ausencia de su gran rival, el botsuanés Isaac Makwala, víctima del brote de gastroenteritis y obligado por la IAAF a guardar aislamiento para evitar contagios.

Dos metros por delante a la salida de la curva, Van Niekerk venció cómodamente con 43.98, seguido del bahamés Steven Gardener (44.41) y del catarí Abdalelah Haroun (44.48).

La enfermedad de Makwala, que no pudo tomar la salida siguiendo instrucciones del delegado médico de la IAAF, arruinó, probablemente, el duelo de más alto nivel de los campeonatos.

La IAAF impidió físicamente a Makwala acceder al estadio, cuando el botsuanés pretendía presentarse a la final. El botsuanés le había apretado mucho a Van Niekerk en la reunión de Mónaco, aunque el sudafricano prevaleció por 11 centésimas con un registro de 43.73.