El español Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) dio junto a su equipo una lección de gran estratega y se adjudicó un triunfo importante en el Gran Premio de la República Checa de MotoGP en el circuito de Brno, pues le permite aumentar su ventaja en la clasificación provisional del mundial.

Márquez, que hizo un gesto brazos en alto y sus dedos índice apuntando al cielo para acordarse del recién fallecido Ángel Nieto, ganó con una importante ventaja que fue dosificando durante toda la carrera respecto a sus compañero de podio, su compañero en el equipo Repsol Honda, Dani Pedrosa, y el también español Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1).

Todos los pilotos salieron con neumáticos de lluvia al declarar Dirección de Carrera la misma como de "mojado", lo que directamente activó el protocolo de cambio de moto en cualquier momento si las condiciones de la pista se modificaban.

Nada más apagarse el semáforo, Marc Márquez (Repsol Honda RC 213 V) salió como una exhalación perseguido por los dos pilotos oficiales de Ducati, Jorge Lorenzo y el italiano Andrea Dovizioso, el otro piloto de Repsol Honda, Dani Pedrosa, y el también italiano Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1).

Antes de concluir el primer giro, Jorge Lorenzo ya se había colocado líder, en tanto que Marc Márquez se lo tomó con calma y se vio superado por varios rivales.

Al concluir la segunda vuelta se produjo la jugada magistral de Márquez y su equipo Repsol Honda pues decidió entrar a su taller a cambiar de moto por la segunda con configuración de seco, gesto que imitaron un par de pilotos más de los que iban por detrás de él.

Sin darse cuenta de nada, en pista Jorge Lorenzo había conseguido una cierta ventaja pero el asfalto se estaba secando y la entrada a talleres para cambiar de moto iba a ser inevitable. Así, en las siguientes vueltas fueron muchos los pilotos que entraron a cambiar de moto, pero no lo hicieron Jorge Lorenzo, Valentino Rossi, Johann Zarco, Andrea Dovizioso, Maverick Viñales, Danilo Petrucci o Dani Pedrosa.

En la cuarta vuelta, Rossi se puso en cabeza tras adelantar a Jorge Lorenzo, que decidió entrar en su taller a cambiar de moto cuando Marc Márquez ya era duodécimo y protagonizaba su primera vuelta rápida.

Rossi, Zarco y Dovizioso aguantaron en pista con las motos con la configuración de agua, pero por detrás Marc Márquez estaba rodando diez segundos más rápido por vuelta, lo que literalmente obligó a Rossi y Dovizioso a entrar en su taller a cambiar de moto y cuando regresaron a pista, en la vuelta seis, el piloto de Repsol Honda ya era líder.

En esa sexta vuelta la ventaja de Márquez sobre su inmediato perseguidor, el británico Scott Redding (Ducati Desmosedici GP16), que entró a la vez que Márquez en su taller a cambiar de moto, era de 17 segundos, casi igual que con Aleix Espargaró (Aprilia RS-GP), que adoptó la misma estrategia de los anteriores.

Un vuelta más tarde la ventaja de Marc Márquez era de 19 segundos respecto a un trío formado por Aleix Espargaró, por entonces segundo, Scott Redding y el checo Karel Abraham (Ducati Desmosedici GP15), a los que poco después se unieron Dani Pedrosa, Danilo Petrucci y Cal Crutchlow.

Tras este grupo, Maverick Viñales (Yamaha YZR M 1) fue de los que recuperó posiciones y, de hecho, no tardó demasiado en alcanzar a ese quinteto que estaba peleando por la tercera plaza, pues Dani Pedrosa, poco a poco, se fue marchando de sus compañeros de fuga para instalarse en una cómoda segunda posición.

Finalmente, el podio fue de neto color español, Marc Márquez, Dani Pedrosa y Maverick Viñales y ya con Aleix Espargaró octavo por delante de su hermano Pol (KTM RC 16), Alex Rins (Suzuki GSX-RR) undécimo, Jorge Lorenzo decimoquinto, Esteve "Tito" Rabat (Honda RC 213 V), decimoséptimo y Héctor Barberá (Ducati Desmosedici GP16), vigésimo.