La localidad del noreste belga de Lommel es la segunda casa del gallego Jorge Prado, allí se desplazó hace ya cinco años, junto a su familia, para intentar conseguir su sueño de ser el mejor del mundo en su deporte, el motocross. Sobre la arena de Lommel tuvo lugar el Gran Premio de Bélgica de MXGP, decimocuarta prueba del Campeonato del Mundo. El gallego se mostró intratable y con una impresionante lección de pilotaje logró su segunda victoria en una prueba del Mundial, después de la conseguida en el mes de abril en Italia.

Hace dos semanas en República Checa había demostrado haber resuelto sus problemas físicos y solo se le escapó el podio por un punto. Por eso el lucense llegaba a Lommel con la ilusión y el objetivo de meterse entre los primeros en el terreno en el que todos le consideran un auténtico especialista, la arena.

En la primera manga, Prado salió segundo pero rápidamente superó al suizo Jeremy Seewer e intentó abrir hueco. Durante media manga se mantuvo al frente distanciando en bastantes segundos a todos los rivales menos a su compañero de equipo y líder del campeonato, Pauls Jonass, con quien Jorge entablaría una interesante lucha sin dejar que la sangre llegara al río: "Me pasó Pauls por un fallo mío, pero después he visto que podía rodar más rápido que él y he vuelto a atacar, pero en un salto he visto que podíamos tocarnos y he preferido cortar y mantenerme tras él".

Ya en la segunda manga, sobre una pista totalmente rota por los baches y las roderas, Prado volvió a salir segundo, esta vez por detrás del americano Covington, pero le superó rápidamente y puso tierra de por medio marcando vuelta rápida y dando toda una exhibición de talento sobre la traicionera arena.

Prado sigue escalando posiciones en el campeonato y ya es séptimo, cuando todavía quedan cinco pruebas para terminar el Mundial, la siguiente este próximo fin de semana en Suiza.