La pontevedresa Saleta Castro alcanzó esta tarde en Maastricht un viejo sueño: el de conseguir un triunfo en una de las pruebas de las Ironman Series. La triatleta gallega logró una incontestable victoria con un tiempo de 9:37.17 y mejoró el resultado de la temporada pasada cuando fue segunda en la prueba disputada en la localidad holandesa.

Castro había diseñado toda la temporada en busca de la victoria en Maastricht. Estar en la final de Kona (Hawai) que se disputa en otoño no era una prioridad tras la experiencia de hace un año y su entrenador y ella establecieron que el gran objetivo era hacerse con la primera victoria en el circuito de las Ironman Series. Y Saleta no falló. Salió del agua (tras completar los 3,8 kilómetros) en segunda posición a media minuto de la primera clasificada, Kate Comber. En hacer ese tramo la gallega invirtió algo más de 51 minutos.

Pero en la bicicleta Saleta Castro demostró el buen trabajo que ha hecho en invierno en esta modalidad, donde más necesitaba progresar como ella misma ha confesado en más de una ocasión. Tomó el liderato de la cabeza y desde ese momento no ha dejado de aumentar las diferencias con sus perseguidoras. La gallega se distanció por encima de los diez minutos a mitad de los 180 kilómetros que hay que hacer en el segmento de ciclismo. A partir de ahí se trataba de gestionar esa diferencia con la cabeza fría, pero sin dejar de sufrir. La canadiense Brooke Brown redujo la diferencia a la hora de bajarse de la bicicleta a poco más de dos minutos, lo que dio emoción a la prueba. A la gallega se le hizo muy largo ese segmento que completó en 5:24.50.

Pero con las zapatillas en los pies Castro demostró que es mejor atleta que sus rivales. Comenzó a estirar la diferencia de forma progresiva a lo largo de la extenuante maratón que los competidores deben afrontar para concluir el Ironman. La distancia volvió a los diez minutos y a partir de ahí la pontevedresa sí pudo procesar la situación y gestionar la enorme diferencia que había alcanzado durante la carrera. Los últimos minutos los hizo disfrutando de la situación, dándose un enorme gustazo en su primera victoria en una prueba de este calibre. Tras hacer el maratón en 3:14.31 la gallega cerró su participación con un crono de 9:37.17, diez minutos menos de los invertidos por la segunda clasificada, la canadiense Brooke Brown. Tercera fue la británica Kate Comber con 9:55.47.