Ni un instante para el reproche o para el lamento. Solo orgullo cabe en Solange Pereira que ayer en su primera experiencia en un Mundial de atletismo estuvo a un suspiro de meterse en las semifinales de los exigentes 1.500 metros. La canguesa hizo lo que cabe pedirle a una atleta en esta situación, que en el día más importante se entregue al límite y ofrezca lo mejor de sí misma. Así fue, fiel a ese coraje que hay en ella. Hace unas pocas semanas Pereira logró la mejor marca de su vida en Rabat, la que necesitaba para conseguir la clasificación para Londres. Corrió la prueba de la Diamond League en 4:06.39, un crono extraordinario. Pues ayer, en la tercera serie clasificatoria firmó una marca casi idéntica (4:06.63) que sin embargo no le vale para meterse en las semifinales de la prueba que se disputarán el domingo. Apenas un segundo le ha separado de la última de las clasificadas para la siguiente ronda.

Pereira, actual campeona de España y la primera de las tres gallegas que toman parte en la cita londinensa, salió en la tercera y última serie con la décima marca entre las 15 participantes. Pasaban a semifinales las seis primeras de cada serie y otras seis en la repesca por tiempos. La primera de las tres series había sido muy rápida, demasiado. La décima clasificada (la española Marta Pérez) había logrado un tiempo inferior a 4:06, lo que encarecía mucho la situación para la gallega. Por fortuna, la segunda serie fue muy lenta, con lo que concedía esperanzas a las integrantes de la tercera serie en la que corría Solange Pereira.

La colombiana Muriel Coneo tiró en las primeras vueltas y la joven alemana Klosterhalfen la relevó para avivar el ritmo. El grupo se cortó en el último giro a la altura de la sexta y Solange apretó de lo lindo, no se entregó ni un instante, pero fue incapaz de soldarse a las atletas que iban por delante de ella. Terminó décima, con la amargura de verse fuera de la semifinal por menos de un segundo.

Pereira, reventada por el esfuerzo, no se reprochaba nada: "No puedo pedirle más a mi actuación. Lo he dado todo, he estado en mis tiempos y al final no ha podido ser porque aquí el nivel es muy alto y resulta muy difícil meterse en unas semifinales. Lo he luchado, lo he tenido cerca y tengo que marcharme contenta de aquí".

La canguesa admitía que la complicación de su empresa era muy grande, pero que guardaba esperanzas proque "había cinco chicas que eran muy superiores, pero luego había mucha gente que se movían en marcas de entre 4:05 y 4:07 lo que hacía pensar que podía resultar una carrera muy abierta. He intentado correr bien, lo he dado todo y he terminado cerca de la clasificación. Pero estoy contenta porque no podía dar más".

Solange tiene claro que este es un colofón extraordinario para una temporada muy buena y en la que "me pongo un diez porque he corrido muy bien todo el año, he ganado el Campeonato de España, he mejorado mi marca, he sido tres veces internacional, he estado en un Mundial...una maravilla de temporada". E incluso se permitía una broma. Preguntada por las condiciones de la pista y el ambiente dijo estar "encantada. Muy a gusto. Es tiempo gallego y a mí eso siempre me gusta y me hace sentir bien".