A medida que pasan los días tras la detención y encarcelamiento del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, y de su hijo, Gorka Villar, siguen saliendo a la luz pública ejemplo de la particular manera de gestionar la federación de la que ha hacia gala en dirigente futbolístico.

Según publicaba ayer El Mundo, Ángel María Villar habría maquillado hace 15 días unas pérdidas de 18,3 millones de euros correspondientes al ejercicio 2015 y pensaba reformular las cuentas en el balance económico del 2016, que debía aprobarse el pasado jueves en la Asamblea federativa, para que desaparecieran de los números rojos de la federación.

El Informe Económico del 2016, al que ha tenido acceso el rotativo madrileño, incluía una "reexpresión" de las cuentas de hace dos años, sin justificación alguna. La estrategia para eliminar esas pérdidas consistía en sacar de las reservas 26 millones de euros, con lo que el balance pasaba a ser positivo con una superávit de 8 millones de euros.

La detención de Ángel María Villar, su hijo Gorka, el vicepresidente de la federación, Juan Padrón y el secretario de la federación tinerfeña, Ramón Hernández Baussou, provocó que se suspendiera la asamblea en la que debían aprobarse esos cambios reflejados en el balance económico del 2016. La asamblea se celebrará el próximo 26 de julio, en un contexto bien diferente al previsto.

Visitas

Mientras tanto, Angel María Villar y su hijo Gorka pasaron una nueva noche en la cárcel de Soto del Real. Ayer recibieron por primera vez la visita de sus esposas. En los próximos días seguirán produciéndose novedades. El martes el Consejo Superior de Deportes debe resolver su inhabilitación como presidente de la Federación Española. Este organismo, por cierto, censuró con dureza las declaraciones de Tebas en las que acusaba a la Federación de ser un organismo criminal.