El Rápido de Bouzas disputó ayer su primer partido como equipo de Segunda División B. Un amistoso de pretemporada que marca el inicio de una aventura que ha despertado una enorme ilusión en la villa marinera.

El partido, como era de esperar, no dio mucho de si. Los aurinegros llevan cinco entrenamientos, con más de un sesenta por ciento de integrantes nuevos, y partidos como el de ayer por la tarde son necesarios para que los jugadores se vayan conociendo y entiendan las virtudes y debilidades de los compañeros que tienen a su lado. El Choco tiene esa parte más adelantada, pues mantiene el bloque de la campaña pasada, y los refuerzos hacen pensar que el equipo de Marcos podría dar un salto de calidad.

A pesar de ser el primer partido de la pretemporada, el encuentro dejó detalles significativos en forma individual, pues los sistemas empleados no serán, posiblemente, los que se utilicen durante el campeonato.

En este nuevo Rápido, los jugadores que llegaron nuevos tuvieron bastante protagonismo. Brais, bajo palos, tuvo intervenciones de acierto en los primeros minutos del encuentro. Yeray y David fueron dos jugadores que tuvieron mucha presencia de medio campo hacia arriba. Buen toque de balón y velocidad por banda. Trigueros no pudo tener mejor debut con el segundo tanto, mientras que Adrián mostró su faceta más ofensiva a pesar de ocupar un puesto más retrasado.

El Choco se mostró un poco más cohesionado, debido a que la gran parte de los jugadores ya se conocen de la temporada pasada, y eso es una ventaja importante.

La próxima parada del Rápido será el jueves en Ourense, para medirse al equipo de la ciudad de As Burgas.