Viento y lluvia. El Open Británico en todo su esplendor. Royal Birkdale sacó las uñas y se llevó por delante las esperanzas de un puñado de jugadores como estaba dentro de las previsiones. Solo ocho de los 156 que ayer salieron al campo fueron capaces de completar el recorrido por debajo del par. Uno de ellos fue Sergio García que recuperó posiciones tras una maña primera jornada; Jon Rahm dio un paso atrás, presa de los nervios; y Rafa Cabrera se mantiene en la zona alta aunque sufrió de lo lindo para sostenerse en el exigente campo.

El estadounidense Jordan Spieth tomó una ligera ventaja sobre sus perseguidores, pero nada definitivo teniendo en cuenta las condiciones en las que se está jugando el campo. Spieth, ganador del Masters y el Abierto de Estados Unidos de 2015, llegó al segundo día como colíder, junto con sus compatriotas Matt Kuchar y Brooks Koepka, y logró arrancarle otro golpe al campo en medio de la tormenta para terminar líder en solitario con -6.

"No pensé que iba a llegar a siete bajo el par durante la ronda, estoy muy contento con el resultado final", dijo el joven golfista texano, que se ha destacado de la decena de jugadores que se mantienen por debajo del par, encabezados por Kuchar (-4).

Se cumplieron los pronósticos de mal tiempo y malos resultados, y el viento se llevó por delante a varios favoritos, como el sudafricano Louis Oosthuizen (+11) y el estadounidense Phil Mickelson (+10), ganadores de varios grandes y de ediciones anteriores del Open Británico.

"En este campo tienden a soplar todo tipo de vientos", dijo Mickelson, a cinco golpes de un corte para el fin de semana que fue subiendo a medida que amainaba el viento y arreciaba la lluvia, y terminó en +5.

En cambio, el viento siguió soplando a favor del inglés Ian Poulter, que había tenido que jugar la clasificatoria de Woburn, su campo local en las afueras de Londres, para poder jugar su décimo sexto Abierto Británico.

"Estoy muy concentrado en lo que estoy haciendo y, si puedo, me va a encantar sujetar la jarra de clarete con las dos manos", dijo Poulter, que revalidó su -3 del día anterior y terminó empatado en el tercer puesto con el estadounidense Brooks Koepka (-3).

Los españoles Rafa Cabrera Bello (par), Sergio García (+2) y Jon Rahm (+3) también sobrevivieron la complicada segunda jornada y mantienen las opciones de llevarse a España la jarra de clarete, 29 años después de la victoria del difunto Severiano Ballesteros en Royal Lytham and Saint Annes.

García se enfrentó al viento de la mañana (los jugadores de la tarde sufrieron la lluvia) y se mantuvo siempre por debajo del par. Podía haber hecho incluso mejor día si no hubiese concedido un bogey en el último hoyo, pero al final se ha colocado de cara al fin de semana. Rahm tropezó contra su ansiedad y esa furia con la que parece jugar. El campo le castigó con dureza en los primeros hoyos y el vasco perdió un poco el control, aunque se recuperó a tiempo.