A pesar de estar acostumbrados a subir al podio, cada torneo es diferente, algo que María Araújo tiene claro. "Es cierto que cuando pasan los años y vas creciendo como jugadora tener premios como éste, posiblemente te llene más. Cuando eres más joven vas a jugar al baloncesto sin más, pero ahora te das cuenta de todo el esfuerzo que haces, el sacrificio de entrenar todo el año, el trabajo para entrar en la convocatoria y llegar en el mejor momento físico, el mes que estamos juntas, que también es muy duro. Pero luego ves el premio, la recompensa, y te dices que merece la pena todo el trabajo que haces para llegar a tener este oro en la mano".

María Araújo cuajó un campeonato redondo. "La verdad", indicó, "es que no se puede pedir más. Para mí este año ha sido muy especial. Primero porque con Ferrol jugamos el play off, la Copa de la Reina, y ya decía que el año no podía ser mejor. Pero sí que lo fue con el oro y el MVP, que al final para mí queda un poco en segundo plano. Pero es verdad que ha sido un año de diez y más contenta no puedo estar. Ahora ya tengo ganas de empezar el siguiente y que sea igual de bueno que éste".

La exjugadora del Celta reconoce que "ha sido un campeonato muy competido. De hecho hubo muchas sorpresas a lo largo del campeonato, no en cuanto a nosotras, pero sí que fueron cayendo rivales grandes en fases previas y la semifinal ante Rusia fue un partido muy duro. Ver que ganamos y aún encima con una cómoda diferencia te da más ánimo para la final y confías en que puedes ganarle a cualquiera. Salir con confianza siempre es importante".

De la final, María reconoce que en el último cuarto "hubo un momento en el que estábamos un poco espesas, pero bueno, en una final tiene que haber de todo. Ellas no son malas, no te lo van a poner fácil, y como en todo hay momentos buenos de ellas, de nosotras, pero controlamos bastante bien el partido. Empezamos ganando, que eso siempre es bueno, ya que te da buenas sensaciones y al final logramos llevarnos la victoria por diez puntos demuestra el buen campeonato que hemos hecho y somos una generación que nos lo merecíamos".

Ahora María solamente piensa en "descansar, y a mitad de agosto toca preparador físico y entrenador para empezar de nuevo, Ferrol y comenzar la rutina". Los éxitos del campeonato que finalizó el domingo no vuelve loca a la excéltica, que lo tiene claro. "Sería irreal pensar en otra cosa cuando acabas de firmar por un equipo en el que llevas jugando dos años. Si lo haces es porque estás contenta, cómoda, te gusta la competición, crees que puedes seguir creciendo, que siendo jóvenes es lo más importante. Tengo los pies en el suelo, quiero seguir en Ferrol, seguir creciendo en Ferrol porque creo que estos dos años lo he hecho y seguir disfrutando con Lino y con todas mis compañeras. El baloncesto se trata de ello, de disfrutar juntas".

Antes de despedirse, María reconocía la relación de Mario Muñoz con las medallas. "Con el imán que tiene con las medallas", dijo, "alguna tenía que caer, pero la verdad es que lo merecíamos, puesto que hemos trabajado muy bien durante un mes. El trabajo de Mario es, como siempre, muy bueno, porque sino, no se verían todas las medallas que tiene y que dos vigueses podamos llevar juntos una medalla de oro en esta categoría es muy bonito porque al final, que gente de Galicia se lleve oro o campeonatos juntos repercute que en Galicia hay buena materia prima".