La Eurocopa que entre los días 16 de julio y 6 de agosto se disputará en Holanda permitirá a la selección española femenina de fútbol encontrar su verdadero lugar entre la elite continental.

Su nivel se sitúa a priori en un escalón inferior al de combinados más poderosos, como Alemania y Francia, y su exigencia, en consecuencia, es otra. Ninguna de las 23 internacionales convocadas menciona entre sus objetivos "ganar" el torneo que reunirá a las dieciséis mejores selecciones de Europa; pero sí "competir".

Será la tercera vez que la escuadra española lo haga. En 1997 fue, de manera sorprendente, semifinalista. En la pasada edición del certamen (Suecia 2013) se despidió en cuartos de final.

Repetir en esa ronda es la meta más inmediata del equipo dirigido por Jorge Vilda, más partidario de fijar la atención en el siguiente compromiso que de avistar metas más distantes. Así, su mirada contempla únicamente el partido del día 19 en Doetinchem ante la escuadra portuguesa, primeriza en una Eurocopa femenina.

Ambos combinados se encontraron en la fase de clasificación y ambos compromisos se saldaron con triunfo español. Por 2-0 se impuso La Roja como local; por un concluyente 1-4 a domicilio. Estos dos envites precedentes ceden el favoritismo a la escuadra española en el derbi ibérico con el que iniciará su recorrido en el Grupo D.

Como un pulso trascendental por el primer puesto se presenta, en cambio, el choque del día 23 ante la selección de Inglaterra.