Se consuma el descenso de categoría de El Olivo. El Comité de Competición ya ha fallado en el expediente administrativo abierto al club vigués por la alineación indebida de una exjugadora, Jessica Bedoya, durante la pasada temporada, en la que el equipo olívico había logrado salvar la categoría por solo un punto de diferencia.

Tal y como había propuesto el instructor en su Pliego de Cargos, tras una investigación de varios meses, y tras el periodo de alegaciones pertinente, se ratifica, punto por punto, una sanción por la que el club vigués perderá la categoría y tendrá que pagar una multa de 3.000 euros, mientras que su entrenador, Toni Pazó, será sancionado durante 18 meses.

Recientemente, el CD Monte (que perdió la categoría a la conclusión de esta campaña justo por debajo de El Olivo) solicitó personarse como parte perjudicada en el expediente que la Federación Española le había abierto al club vigués por emplear a la jugadora Ainhoa Galarza con la ficha de la exjugadora Bedoya. Ayer mismo, en las redes sociales, el CD Monte celebraba que se mantenía en Segunda División, en la plaza que pierde el club vigués. "Ya es oficial y lo podemos celebrar: Somos de Segunda", anunciaban.

Así, tras no ser admitidas las alegaciones de El Olivo tras recibir el pliego de cargos, Competición ha fallado en contra de la entidad olívica, que estudia ahora las medidas que tomará tras conocer la sanción definitiva. Tiene ahora el club un plazo de otros diez días hábiles para recurrir esta sanción al Comité de Apelación y, de no prosperar, podría acudir al Tribunal Administrativo del Deporte (TAD). Se aferra el club vigués al hecho de que no se conoce ningún precedente de una sanción de estas características. Aún así, el presidente de la FVPR El Olivo indica que aún no han tomado una decisión sobre qué pasos seguirán a partir de ahora. "Todo está en manos del abogado y él nos dirá qué medidas tomar", indica el dirigente, que no descarta agotar "todas las vías" para evitar la pérdida de categoría de un club que ha disputado ya seis fases de ascenso, y que en el año 2001 se convirtió en el primer equipo gallego que militaba en la Superliga, máxima categoría del fútbol femenino.

En juez se mostró duro con El Olivo en su resolución, en la que multa al equipo vigués con 3.000 euros por alineación indebida y con la pérdida de categoría por una conducta "contraria al buen orden deportivo". Asimismo, por la responsabilidad de los hechos castiga a Toni Pazó a 18 meses de suspensión de licencia.

Así, en el encuentro correspondiente a la jornada 17 entre el Peluquería Mixta Friol y El Olivo, se declara vencedor al Friol, manteniéndose el tanteo 7-3 (que es el resultado con el que concluyó el encuentro). En la jornada 18, que enfrentó a El Olivo con el Femiastur, se declara vencedor al Femiastur por 0-3 (las viguesas ganaron por 3-1 ese encuentro). Finalmente, en la jornada 19, ante el Atlántida de Matamá, se declara también vencedor al Matamá por un tanteo de 3-0 (en ese encuentro había ganado el Matamá por 2-0).

En cuanto a la continuidad de Toni Pazó en el equipo tras la sanción, pese a que la directiva olívica le había renovado en su cargo tras la conclusión de la temporada, está en el aire, a expensas de las directrices que marque el abogado sobre las actuaciones a llevar a cabo una vez conocida la sanción.

Por su parte, el secretario general de El Olivo, Juan Carlos Padín, convaleciente tras una reciente hospitalización, se mostró abatido tras recibir la noticia de la sanción y se mostró crítico sobre la defensa llevada a cabo por la entidad, considerando que "no se defendió como debía haberse hecho". El Olivo logró el ascenso, de su mano, en mayo de 2005, tras una temporada inmaculada en la Liga Autonómica en la que el equipo acabó invicto.

La que se mostró "tranquila" tras conocer la resolución del Comité de Competición fue Jessica Bedoya, la jugadora que denunció la alineación indebida de El Olivo.

"Me siento tranquila, no voy a decir que feliz porque que un equipo femenino que ha hecho historia en Galicia acabe de esta manera y haga trampas durante la competición es más triste y vergonzoso que otra cosa", dice la futbolista, que considera que "se ha hecho justicia". Bedoya quiso agradecer también "a toda la gente que me ha apoyado hasta ahora. Muchos decían que todo era mentira, o que yo no sentía los colores de mi exequipo, pero es que jamás defenderé unos colores si ello implica trampas, mentiras y juego sucio contra las jugadoras y contra el fútbol femenino".