Rafael Nadal consiguió su clasificación para la tercera ronda de Wimbledon, tercer 'Grand Slam' de la temporada, tras imponerse con autoridad al estadounidense Donald Young (6-4, 6-2 y 7-5) en un partido donde el balear fue muy agresivo y dejó un gran sabor de boca.

Con la amenaza de la luz natural, Nadal salió dispuesto a llevarse el envite cuanto antes y sellar su clasificación a tercera ronda. El de Manacor fue constante, estuvo certero y demostró estar preparado para todo. Su convicción será el mejor aval para seguir creyendo que una victoria en Wimbledon es posible.

Nadal arrinconó al americano cuando menos lo esperaba y comenzó rompiéndole el saque a las primeras de cambio. Toda una declaración de intenciones que sirvió para apuntarse el primer acto con facilidad y allanar el camino. El mallorquín no tuvo piedad y mandó a la lona al jugador de Chicago.

En el segundo asalto, Nadal mantuvo los argumentos que le hicieron llevarse el primer set: golpeo ajustado y subidas contadas a la red, pero todas efectivas. La forma de jugar hizo reaccionar a Young, que fue a más aunque siguiese sin encontrar el camino para hacerle daño a Nadal. La cabeza del balear fue vital para el 6-4 final.

A falta del tercer set, fue entonces cuando el jugador estadounidense de 27 años frenó a Nadal dotando de emoción al final del partido. Young quiso alargarlo, pero el campeón de Roland Garros no quiso pasar por el aro. Se 'enfadó' tras ceder el saque en el noveno juego y apretó los dientes para devolverle la rotura a su rival.

Nadal cerró el envite y mandó al córner toda posibilidad de jugar un cuarto set. El triunfo -nuevamente por 3-0- ofrece "grande sensaciones" de un Nadal que otrora perdía en las primeras rondas de Wimbledon. Este año, relanzado por algo más que su drive, Nadal está opositando al escalón más alto. Su próximo rival este viernes será el ruso Karen Jachánov.