Venus Williams rompió a llorar ayer en la rueda de prensa posterior a su victoria contra la belga Elise Mertens en Wimbledon, al recordar el accidente de tráfico en el que se vio envuelta el pasado mes de junio y que se saldó con una víctima mortal y una herida. "No tengo palabras para describir lo desolada que me siento", logró pronunciar la tenista con la voz entrecortada y lágrimas en los ojos, antes de tener que abandonar la conferencia de prensa para serenarse.

El trágico accidente, que acabó con la vida de Jerome Barson, de 78 años, y dejó herida grave a su mujer, Linda, de 68, se produjo el pasado 9 de junio en Palm Beach Gardens (Florida) y ahora la tenista se enfrenta a una demanda judicial de la familia por "negligencia" al volante.

Williams lamentó lo ocurrido y señaló que "en la vida no puedes prepararte para todo. Yo me preparo mucho para los partidos pero hay cosas que no puedes controlar. No tenemos ni idea de lo que traerá el mañana, eso es lo que he aprendido". Según el informe policial cometió una infracción en un cruce de calles, pero no se encontraba bajo los efectos de alcohol o drogas, por lo que quedó en libertad.

Venus, que con 37 años es la más veterana del cuadro, reconoció que durante estas semanas se ha refugiado en el tenis. "El tenis es el amor de mi vida y me da mucha alegría", afirmó la jugadora que en esta edición de Wimbledon celebra los 20 años de su debut en el All England Club.