"Ya lo dije el jueves, siempre intento hablar sinceramente y dije que este era un circuito en el que tenía que arriesgar, en el que tenía que intentar sacar los 25 puntos y no ha sido un fin de semana fácil, pero siempre he tenido muy buen ritmo", explicó Márquez. "Antes de la carrera intuía que fuese una batalla directa con mi compañero de equipo, pero no ha sido así, ha sido con una Yamaha, con un piloto local, Jonas Folger, que al principio era una sorpresa, entre comillas, agradable, pero luego, poco a poco, iban pasando las vueltas y se convertía en un poco más en pesado", comentó entre sonrisas.

"Esperaba que bajase el ritmo para intentar abrir distancia en las últimas cinco vueltas, pero he tenido que hacer mi vuelta rápida personal, que normalmente con neumáticos gastados no se hace, para conseguir ganar", resaltó Márquez. "Me gustan las peleas de última vuelta pero no me apetecía llegar con un piloto novato, en Alemania y piloto alemán, así que he vuelto a apretar y ahí he visto por las pantallas que estaba un poco lejos y ya me di cuenta que estaba hecho".

Afirmó que era importante "estar líder", pero también que se volverá de las vacaciones "casi de cero". "Mejor tener cinco puntos de ventaja, aunque soy consciente que habrá circuitos en los que suframos más. Pero lo importante es tener paciencia, intentar estar centrados ya que sabemos que habrá circuitos que tocará estar detrás de mucha gente".