El comité organizador del Gran Fondo Ézaro organizó ayer un homenaje a los ciclistas suizos Alex Zülle y Tony Rominger, protagonistas de la Vuelta a España de 1993, en la que el segundo se impuso al primero por un escaso margen de tiempo tras 21 etapas que finalizaron con una contrarreloj de 44 kilómetros entre Padrón y el Monte do Gozo. Precisamente este alto ha sido el escenario del homenaje, en el que ha estado ausente Rominger, quien perdía el avión.

Zülle sí ha estado presente y ha acaparado gran parte de los focos en un acto que ha servido como preludio del gran día que en la Costa da Morte se vivirá hoy con la disputa de la marcha cicloturista Gran Fondo Ézaro, a la que asistirán más de 1.000 ciclistas