El Mecalia Guardés tendrá un complicado estreno en la Liga de Campeones de balonmano, competición que disputa por primera vez después de su histórica conquista de la División de Honor femenina. El conjunto que entrena José Ignacio Prades ha sido encuadrado en el grupo 2 de la fase previa de esta competición junto al Thuringer alemán, el Höörs sueco (al que ya se enfrentó el año pasado) y el Hypo Niederösterreich austriaco.

Estos cuatro equipos se disputarán una única plaza para la fase de grupos de la Liga de Campeones en una sede todavía por determinar. El sistema de competición es el clásico de una Final Four. Semifinales y final. El sorteo celebrado en Viena ha deparado que el conjunto gallego se enfrente a las alemanas del Thuringer, uno de los cabezas de serie en el bombo y que la pasada temporada finalizó la Liga en una meritoria segunda posición teniendo en cuenta de que el campeón es el intratable Bietigheim.

En caso de superar al equipo alemán, las de Prades se enfrentarían al ganador del duelo que medirá a suecas y austriacas, que también se proclamaron campeonas de sus respectivas ligas.

Esta ronda previa se disputará entre el 8 y el 10 de septiembre en una sede por determinar y a cuya organización aspira el Mecalia Guardés aunque va a resultar complicado que pueda ser así. Cualquiera de los cuatro equipo que forman cada uno de los grupos de esta fase previa tiene la posibilidad de organizar la fase. Solo tiene que reclamarlo a la Federación Europea de Balonmano. Este organismo sortea el orden de preferencia y el Mecalia Guardés tampoco ha tenido fortuna en este asunto. Ha salido en el cuarto turno con lo que los tres equipos que le acompañan en esta fase tienen preferencia a la hora de ser sede de la fase. Tendrían que renunciar alemanas, austriacas y suecas para que esa opción llegase a las gallegas.

El Mecalia tenía firmes esperanzas de conseguir ser sede de la fase y de hecho había llegado a un acuerdo con el Concello de Vigo para que el pabellón de As Travesas fuese el escenario de sus partidos de la máxima competición europea ya que A Sangriña no reúne las condiciones requeridas por el organismo internacional para esta competición. Ahora las posibilidades de que el Guardés juegue en As Travesas dependen de una serie de circunstancias muy complejas y que pasan por la renuncia de sus tres rivales a ser sede de esta fase previa.