Un grupo de peñas del Celta promueve la creación de una grada de animación alternativa a la elegida por el club en el estadio municipal de Balaídos, y lo justifica por la necesidad de apoyar al equipo "sin más límites que sentir nuestro escudo, pasión, emoción, osadía y locura en cada partido".

Por primera vez desde que Carlos Mouriño asumió la presidencia, el Celta creó un espacio específico en la Grada de Río bajo el nombre de "Grada 1923", para "multiplicar el apoyo al equipo durante los partidos y servir de puerta de acceso a Balaídos para los jóvenes celtistas".

Una iniciativa que desde el inicio se ha encontrado con la oposición de la mayoría de las peñas, que acusaron al club de "echar por tierra" una "demanda histórica" de los aficionados con la imposición de un proyecto "que no debe nacer de la soberbia, la falta de talante, y la traición de una directiva que, cuando menos socialmente, no hace más que perder partidos".

En un duro comunicado, firmado por casi 40 peñas, también califican la campaña de abonados para la temporada 2017-18 como "una cortina de humo para enmascarar la subida de los precios por sexto año consecutivo".

Motivos que han desencadenado en la creación de una grada de animación en la zona de Gol con Tribuna, en la que esperan a los celtistas que se sientan "mareados de tanta restricción", en clara alusión al eslogan de la campaña de abonados lanzada por el Celta.