Balaídos se convierte en un guirigay en las horas de máxima concurrencia. La gente salta, lanza, calienta, estira. En las pistas coinciden corredores a diferentes ritmos, avisándose para no estorbarse. Sin embargo, todo queda en silencio cuando Nediam Nori Vargas se dispone a realizar una serie a máxima velocidad. "Es como si todo se parase. La gente está pendiente, viéndola", describe Alberto Salgado, técnico del Celta que supervisa los entrenamientos de la venezolana. Contemplan a una atleta de élite galopando hacia el Mundial de Londres. En Salamanca, hace quince días, con motivo de la Liga Nacional de Clubes, se quedó ya a escasas centésimas de las mínimas de 100 y 200. "Yo estaría encantada de ir al Mundial en las dos pruebas", confirma Nediam.
Nediam Vargas llegó a Vigo el pasado mes de septiembre. Buscaba destino en Europa y el Celta, por probar fortuna, se le ofreció. Una carambola extraña que ha permitido al atletismo celeste contar con una joven -en septiembre cumplirá 23 años- de extraordinarias condiciones, que ya participó en el Mundial de Pekín en 2015. Nediam regresó a Venezuela en Navidad y en marzo obtuvo el permiso de residencia. Se ha comprometido con el C. A. F. Celta hasta 2018. Después buscará acomodo en algún club de División de Honor. "Me siento agradecida por la oportunidad que me están dando y estoy entrenando al cien por cien para cumplir con los objetivos que nos hemos propuesto", comenta la caraqueña. Salgado celebra su integración: "Al principio le costaba, es normal cuando eres tan joven y llegas solo a un sitio en el que no conoces a nadie. Dicen que te van a acoger y que te darán facilidades, pero siempre tienes dudas. Pero ahora sí está integrada con todo el mundo".
Nediam sigue a las órdenes de Douglas Marcano, aunque a distancia. Su entrenador, que reside en Venezuela, le envía los planes de trabajo cada semana e incluso los modifica a diario en función de la información que su pupila le transmite. "Yo no interfiero. Procuro colaborar", indica Alberto Salgado, que la ha incluido en su grupo de velocistas. Realizan calentamientos y ejercicios comunes. Salgado le controla los tiempos. Reputado especialista en técnica de carrera, también le proporciona instrucción en alguna maniobra concreta. "Nediam es sobre todo muy potente y explosiva, una chica muy fuerte. Tiene una salida muy buena y una buena aceleración. Corre por fuerza", describe el vigués, que considera que "posee margen de mejora. Le falta en la fase lanzada; tiene algún defecto técnico que se puede mejorar desde mi punto de vista".
"No es la primera vez que estoy fuera sin mi entrenador. Indiscutible que la presencia de él me ayudaría muchísimo más. Lo estoy sabiendo llevar con la ayuda de Alberto", explica la atleta. "Compaginamos entrenamientos cuando tocan series con sus muchachos, que son bastante rápidos, me ayudan y yo a ellos". Salgado destaca: "Es superseria entrenando, nunca se salta nada de lo que tiene que hacer. Aunque yo no la controlase, sería igual de rigurosa".
El Mundial, que se celebrará en Londres del 5 al 13 de agosto, es el punto central de la campaña. También ha condicionado la preparación de Nediam, aunque su rumbo ha variado un tanto. "Cuando inicié el año fue con el objetivo de hacer la marca en el 200. Viendo ahora que he mejorado muchísimo en el 100, prefiero hacerla en esta prueba, que es la que más me gusta". Salgado coincide: "En 200 la distancia aún se le hace larga. Todavía le impone un poco. No corre tan decidida como en el 100, donde se le ve segura en todo lo que hace".
En realidad, ambas vías se le ofrecen como factibles. En Salamanca marcó un crono en 100 de 11:35, récord personal; la mínima mundialista se ha fijado en 11:26. El 200 lo completó en 23:46, igualando su mejor registro y con la mínima en 23:30. Nediam espera alcanzar los cronos deseados en el próximo Campeonato Sudamericano, que acoge Asunción del 23 al 25 de este mes. En la capital paraguaya la céltica defiende además el doblete que conquistó en Lima en 2015. "Estoy contenta de haber estado ya cerca en Salamanca. En el Sudamericano estaré buscando mi pase al Mundial. Será mi competencia fundamental. Si no lo lograse, podría conseguir un mitín una semana después. Y ya no tendría más 'chances'". Salgado es optimista: "Al menos en 100 acabará consiguiendo la mínima seguro".
La posibilidad de tener una mundialista, aunque se haya incorporado hace poco, entusiasma a la familia céltica. Nadie ha disputado la cita atlética más importante entre Juegos teniendo licencia celeste desde Jaime Peñas, que tuvo que retirarse del décatlon de Atenas 1997, y Santi Pérez, 21º en los 50 kilómetros marcha de esa misma edición. La última mujer fue Estela Estévez, eliminada en las semifinales del 1.500 de Tokio 1991. "Nos haría mucha ilusión", confirma Salgado. A Nediam le emociona coincidir en Londres con Usain Bolt, que se retira. "Ya lo he visto competir en tres Mundiales (el de Pekín más dos de relevos). Sería fantástico poder presenciar su despedida del atletismo".
