Las gradas del Baltasar Pujales de Bouzas volvieron a llenarse en este segundo episodio de la fase de ascenso a Segunda División B. La directiva mantuvo los mismos precios que en la primera eliminatoria ante el Cayón, y la afición no falló. A la hora fijada para el comienzo del encuentro la grada estaba llena, arremolinándose los aficionados alrededor de la valla que circunda el campo.

La afición comenzó fría el encuentro, como el juego, pero a medida que pasaban los minutos se metían en "faena", aportando esa dosis de fuerza extra que necesitaban los jugadores para aguantar el empuje del cuadro canario.

Las ocasiones malogradas por Tomás primero, y Carlos Pereira, después, no fueron más que un calentamiento para la explosión de júbilo que llegó cuando Nico marcó el tanto de la victoria, y de la clasificación, a dos minutos para la conclusión del encuentro.

Patxi Salinas, entrenador del cuadro boucenses, reconocía que el empuje desde la grada había sido clave en los momentos en los que el Santa Brígida estaba apretando más. El técnico aurinegro le pedía a los aficionados un esfuerzo más en esta última eliminatoria que tiene al Rápido de Bouzas a las puertas de un ascenso histórico a Segunda División B.