Golden State Warriors está al borde del quinto anillo de su historia después de poner el 3-0 en las Finales frente a Cleveland Cavaliers, al lograr una reñida victoria en el Quicken Loans Arena (113-118) decantada por el talento de Kevin Durant en los momentos decisivos.

Después de dos claras victorias de los Warriors en Oakland, la eliminatoria se trasladaba a Cleveland, donde el equipo local dio un paso adelante y logró llevar la iniciativa durante la mayor parte de un encuentro muy igualado, pero ni así logró evitar su tercera derrota consecutiva.

Liderados por los 77 puntos sumados entre LeBron James (39, 11 rebotes, 9 asistencias) y Kyrie Irving (38), los Cavaliers tenían la victoria cerca a falta de 1:20 (113-109), pero entonces surgió la figura de Durant, el 'arma' que no tenían los Warriors hace un año, cuando su rival remontó las Finales.

El alero de Washington encadenó una penetración y un triple, dos jugadas que pusieron a su equipo por delante (113-114). Especialmente espectacular fue la segunda, ya que recorrió todo el campo botando, se plantó en la línea de tres y lanzó pese a tener delante a LeBron James, que no pudo evitar la canasta con su punteo.

En la penúltima jugada de la noche, Andre Iguodala se fajó en defensa y provocó la pérdida de balón de James cuando el '23' se disponía a lanzar de tres. En esa gran acción defensiva murió el tercer partido de estas Finales, que deja muy tocados a los vigentes campeones, obligados a una hazaña aún mayor a la de 2016, cuando remontaron un 3-1 para ganar el anillo.

El trío letal formado por Durant (31 puntos), Klay Thompson (30) y Stephen Curry (26) tendrá su primera oportunidad de finiquitar la contienda en la madrugada del viernes al sábado, cuando se disputará el cuarto partido en el mismo escenario. Si vuelven a vencer, lograrán lo que ningún equipo hizo en la historia de la NBA: proclamarse campeones encadenando un 16-0 en las eliminatorias por el título. Por esa senda caminan en estos momentos.