Ha sido un último grito desesperado de muchos aficionados vigueses al balonmano, vehiculado a través de las redes sociales. El hashtag #VigoEsBalonmano estuvo entre los principales temas mencionados en Twitter, en el área geográfica circundante, durante buena parte del domingo. La mayoría de los que emplearon esta etiqueta temática pedían a Concello de Vigo y Celta que solucionasen las diferencias que imposibilitaban la creación de una sección celeste de este deporte. Una reclamación baldía porque ninguna de las dos partes estaba por la labor y ya los plazos habían concluido.

Fue José Cerillo el que alineó casi todos los requisitos: el Celta estaba dispuesto a apostar por el balonmano, con un primer equipo masculino que saldría a competir en Honor Plata y la previsión de situarlo antes de cuatro años en la zona alta de Asobal; las federaciones gallega y española daban su beneplácito. Pero el club celeste reclamaba por escrito condiciones de uso de As Travesas (horas de entrenamiento, ubicación de los partidos, disposición de la publicidad); el Concello quería ceñirse al protocolo reglado. La situación no pudo ser desbloqueada a tiempo. El proyecto está muerto.

Muchos aficionados, sin embargo, pidieron un último intento. Y también algunos jugadores gallegos de referencia. Entre ellos, el vigués Pedro Rodríguez, internacional, hoy en el Pick Szeged húngaro. "Muchos jugadores gallegos son referentes en sus clubes, pero no triunfan aquí, lo hacen en otras ciudades y países", escribía. "No sabía del proyecto que tenía entre manos José Cerillo con el Celta. Esta ciudad se merece balonmano de alto nivel". Lo secundaba Pablo Cacheda, el central dezano del Naturhouse, formado en el Octavio: "Está claro que esa ciudad no puede seguir sin un gran referente en nuestro deporte. Sobra gente con ganas y jugadores".